miércoles, 23 de octubre de 2013

A.R.Concepción-Ciudad Lineal. Algo más que en un equipo.

  Este maravilloso equipo madrileño de la Concepción, "La Concha", se merecía un reconocimiento mío desde aquel ya lejano 25 de abril de 2.009 cuando se quedó momentáneamente (luego lograría el ascenso a Primera División en la promoción contra el desaparecido C.N.Manresa) a las puertas el cielo, al finalizar la liga sólo un punto por detrás del flamante campeón, el Wp. Turia de Valencia. Digo se merecía pero no que tuviera que hacerla ya que por entonces no existía ni estaba en mente este blog, que desde su inauguración hará casi ya tres años se ha convertido gracias a su excelente calidad informativa, en el blog waterpolístico nacional más seguido (no os imagináis lo que me río cuando pongo estas cosas, jeje). Así que tenía la excusa perfecta para no hacerles ninguna entrada pero que ahora ya no puede ni debe esperar. Valga por delante y ya dejé constancia en anteriores entradas que soy un admirador ferviente de ese club, pero especialmente de ese grupo apasionado y enamorado de este maravilloso deporte, llamado balonmano del agua. 

Fieles a una idea. Competitivos al máximo. Amor a nuestro deporte.

  Mi reconocimiento viene desde aquella trepidante temporada 2.008/09 en la Segunda División Nacional que nunca podré olvidar, y que desde este mismo instante voy a recordar en palabras y que seguro hará que más de uno también vuelva por instantes al pasado. Un pasado clave para comprender el presente y como se ha llegado hasta él (aunque luego por errores humanos se tirara gran parte o todo del trabajo al mar. No es el caso de este equipo). 

  Para hacer esta entrada he vuelto a revivir con datos, fichas de partido y recuerdos, aquella sesión deportiva. Posiblemente de entre todas las ligas nacionales, masculinas y femeninas disputadas en la última década, aquella temporada 2.008/09 en la Segunda División haya sido la más bonita, exigente, con más calidad (aquí incido sólo en esta categoría ya que en División de Honor evidentemente siempre hay más calidad, pero no en la Primera de ese mismo año), incierta, y sobre todo, con más suspense hasta el final que una película del gran maestro de este género cinematográfico,  Alfred Hitchcock. Y digo posiblemente aunque con los datos en la mano casi pueda casi asegurarlo al 100%. Para esa temporada el Montjuic (división de honor hasta hace un año y habiendo renunciado por la economía) era el claro favorito para no solo ganar la liga, si no para arrasarla por completo. Un año antes sorpresivamente "permitió" que el Catalunya (hoy división de honor) le arrebatara la liga, a pesar de haber hecho un esfuerzo económico brutal trayendo hasta casi 13 jugadores profesionales. En un segundo escalón podríamos situar a un experimentado Premià con la referencia brutal de su gran boya, Salvatierra, y a una Concepción (división de honor actualmente) que yo no conocía pero que los grandes entendidos en ese momento la situaban como claro aspirante a la liga, junto al Montjuic. Omito en este escalón al Turia (fue segundo en Primera División un año después y recogió el testigo en la máxima por la renuncia del Martianez canario) porque todo el mundo lo situaba (aún me río) en puestos de descenso. Si el Montjuic era un equipazo hecho a base de talonario de muchísima calidad y con grandes destellos individuales, el Premià tenía al mejor jugador de la liga con diferencia, Salvatierra, y dos grandísimos lanzadores como Díaz y Schnizler, y el Turia tenía un sistema físico y directo muy difícil de defender, la "Concha" tenía con diferencia el mejor bloque. Un sistema de juego serio y muy rigoroso. Posiblemente poco vistoso y atractivo para el espectador, pero contundentemente efectivo. Siempre destaque a mis chavales que nuestro rival madrileño tenía automatizado todos y cada uno de los conceptos del juego. Nunca se salían del guion, asumiendo que en la fuerza del bloque estaba la clave del éxito, y que esta unión y esfuerzo colectivo les permitía esconder los defectos, que como todo el mundo, también tenían. Por supuesto que en aquel colectivo sobresalían jugadores de un gran nivel como Aller, Martínez (ha vuelto otra vez después de haber dado descanso a su metralleta un par de años), Santaella (en su segunda juventud) o Hernández. No puedo olvidar al gran artífice para mi de esa gran idea y modelo de juego, a Alberto Jimenez, entrenador por entonces y fiel defensor de aquella idea de juego, que sus hombres tan bien llevaban a la práctica. 

  Aquella liga se decidió justamente en las últimas dos jornadas de liga donde los cuatro equipos dependían exclusivamente de ellos mismos (¡¡separados sólo por un punto!!), ya que nos debíamos enfrentar todos contra todos. El final de la película es de sobra conocidos para todos y el tiempo dio a aquellos equipos la oportunidad de llegar hasta arriba de todos, excepto al Premià, que ha encontrado algo mejor, un entrenador como la copa de un pino, Salvatierra, y un proyecto para con el trabajo de lo jóvenes espectacular. 

Ascenso a División de Honor.

  Hoy, cinco años más tarde, la Concepción está entre los mejores del país gracias a su espectacular título de liga conseguido la temporada pasada, pero sobre todo a un trabajo espectacular de muchos años atrás. Conservan el 90% de aquel bloque que tanto me maravilló hace no mucho tiempo (y siguen haciéndolo). Descubrí en aquel grupo de jugadores un amor y pasión por este deporte difícil de encontrar en otros lugares. Me confirmaron que el grupo humano, la cohesión y la defensa a ultranza de una idea, "la idea", jamás se discutía fuese la que fuese. Yo viví lo mismo paralelamente con mis chavales en Valencia. Y de ahí que ganar esa liga delante de ellos tuviese tanto valor. En ese año y el siguiente donde compartimos cartel en la Primera División, nunca perdimos ante ellos. Les ganamos los dos partidos en Primera. Pero de los dos partidos en segunda los cuales se saldaron con sendos empates, puedo decir que nunca los olvidaré pero más que por el resultado en sí, por la forma en como se produjeron. Ahí se decidió la liga. Estoy seguro que Alfredo Aller, un jugador al que admiro por su locura para con el waterpolo, tampoco podrá olvidar ninguna de aquellos dos partidos. Partidos de muchas alternancias típicas de una segunda categoría y sin esa calidad para cerrar los encuentros, y donde cualquiera hubiese podido ganarlos por un gol de diferencia. Ahora puedo afirmar que aquellos dos partidos los mereció ganar la Concepción más que nosotros, ya que durante la mayor parte de ambos encuentros, hizo un poco más, y en ambos fuimos nosotros quienes empatamos al final (después de un tiempo muerto que pedimos y que salió redondo), sobre todo en el partido de ida donde mi añorado Juanjo Sanz, les empató de vaselina en el último segundo de partido y en su piscina. ¡Increíble!. Por no olvidar con empate a 11 en Valencia, tuvimos un tiempo muerto (otro, jaja, ¡cómo temblaban los corazones madrileños! jaja) para nosotros a pocos segundos para el final y que no me digáis como, pero acabó con un lanzamiento para ellos de Daín Martínez desde medio campo al lado de la pared y que acabó tocando el palo. Fue ese último empate a dos jornadas del final (luego jugábamos con Montjuic y Premià. Ellos con Premià) que nos dio la diferencia para ganar la liga al final. Un final no apto para cardíacos. 

  El sábado en su primer partido en el Olimpo de los Dioses consiguieron su primer punto ante Sant Andreu. Ellos son conscientes que han llegado en el mejor momento de la historia de la liga de División de Honor para poder disfrutarla. La crisis invita a ellos. Y ese primer punto os aseguro que no será el último. No creo que ellos sean los que desciendan de categoría al final de temporada. Creo que sé quienes serán lo "afortunados". También tienen claro que a pesar de llegar en el momento perfecto, el mismo no estará exento de dificultades y peligros, y que cuando empiecen a recibir (pero no serán tantas) algunas goleadas se podrán replantear cosas, pero ahora ha llegado el momento, su momento, para disfrutar y recoger lo que un grupo de amantes y apasionados por el waterpolo, sin igual, sembraron hace tiempo. 

  Larga vida para este equipo de ensueño. 

Pd: Os admiro. Y de entre todos ellos, amigo Alfredo, estás el primero.

Pd II: Un deportista de élite merece tener su recompensa. No sólo deportiva. ¿Seguís pagando por jugar con los grandes?  

2 comentarios:

  1. Bonitas palabras sin duda. Yo era uno de los integrantes de ese equipo, Marcos Lapaz, que este año me corroe la envidia por dentro por no poder disfrutar con mis compañeros de la División de Honor debido a que he cambiado mi residencia por un año de pais para finalizar mis estudios.

    Efectivamente, seguimos pagando por jugar con los grandes; como dices somos un club de barrio con apenas 300 socios el año pasado y asumimos la necesidad de hacerlo para poder seguir costeando viajes y balones.

    Ayudas en este momento se reciben pocas y las dificultades que nos ponen siguen siendo las mismas, este año sin ir más lejos, se nos veto la posibilidad de jugar en nuestra piscina ya que no cumplía con las medidas adecuadas, sin recibir ningún apoyo en la propuesta. Pero bueno no hay que meterse en temas politicos, si no remarcar como bien dices el temporadón que tienen por delante.

    Os vais a salir chavales!!! Mucha suerte el sabado, os seguiremos atentamente desde la distancia y gracias por las palabras de reconocimiento, en el fondo somos un grupo de amigos que se lo pasa bien jugando en la piscina con la pelota.

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  2. Muchas gracias Ruben por estas palabras, yo al igual que Marcos también estoy fuera por temas de estudios, pero vuelvo ahora en Diciembre para intentar ayudar en lo que se pueda (me perdí el ascenso el año pasado :( ).

    Este equipo yo lo defino con una sola palabra: FAMILIA!! es un orgullo compartir cada día con esta gente y estoy convencido de que este año vamos a dar muchos quebraderos de cabeza.

    un saludo y gracias por el reconocimiento nuevamente

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