jueves, 22 de marzo de 2012

"Doctor" Ausina y "Jimmy" Plaza. Dos números unos.

  No puedo negar que me produce gran placer y alegría poder escribir de estos grandes cracks. No obstante aún me da mucho más placer poder verles y entrenarles cada día...bueno...para ti Raúl, el placer se reduce a cuando acabas esos interminables exámenes de quince horas y te pasas a hacernos la visita semanal, jaja. ¿Pero de verdad te crees que me creo esa excusa? jaja. ¡ Grande, Jimmy!

  Ausina (la profesionalidad personificada) y Plaza (la clase) son dos de los cinco chavales del año 91 que tantas cosas buenas nos han dado estos últimos años, al Waterpolo Turia. Han sido junto a Millán (la templanza), Borja (la inteligencia) y Miki (la electricidad), la clave para dar un salto cualitativo a nivel de club. Y con ellos, los resultados llegaron muy pronto. Ausina y Plaza son para mi algo muy especial. Primero, porque desde muy pequeñitos he tenido la oportunidad de entrenarles y compartir momentos muy bonitos con ellos. Segundo, porque desde ese primer instante han sido las dos piezas más importantes (por su peso en el equipo) para conseguir todo lo que ha conseguido este hermoso club. Y tercero y para mi lo más importante, por tratarse de dos personas bellísimas por dentro (por fuera, mejor prefiero no decir nada, jeje) que hacen mucho porque el equipo esté muy unido. Cada uno a su estilo pero muy importante para todos. Son dos "tios" que sólo suman y eso se agradece muchísimo.

  Otra gran virtud que tienen a efectos de un entrenador, es su gran predisposición a que el tiempo que dura el entrenamiento sea lo más agradable posible y, para ello, lo demuestran cada día con una enorme sonrisa al llegar al mismo. Cierto es que cada jugador es como es, con su forma de ser, de estar y expresarse, y que eso enriquece mucho a la labor del entrenador para aprender cada día y poder así tratar a cada uno de una forma más especial, pero a mi este tipo de jugadores me encantan. Haya lo que haya en el día, por muy duro que sea, ellos te miran y sonrien. Vamos, que se lo pasan en grande y eso, señores, ayuda a mejorar y a conseguir grandes cosas. Y como digo siempre a mis jugadores, una sonrisa da vida y eso da alegría y contagía al grupo. A mi al menos, ya me empieza a cansar de esos tipos de jugadores "bipolares" que nunca sabes de que pie se han levantado y que para cualquier entrenador son muy pesados. Que conste que si hubiese ahora mismo una inspección de sanidad, no encontrarían a ningún "bipolar" en nuestro club, jeje.

  El "Doctor" y "Jimmy" son dos tipos muy educados, listos, inteligentes y muy disciplinados. hay que añadir otra virtud de Ausina, que no de Plaza, y es que es muy puntual y eso es otra virtud grande en una persona. Ya, ya, Jimmy, que la culpa lo tiene tu profe y su interminable examen, ya.


El "Doctor" en una de sus incursiones a la selva africana.


  Con el "Doctor" nunca he tenido ninguna queja. Es casi perfecto. Creo que sólo le falta saber jugar un poquito mejor al fútbol y conseguir (ya está difícil, Ausina) un carácter mucho más ganador para con esta última virtud, llegar a ser un porterazo en toda regla. El "Doctor" es el jugador (portero en este caso) perfecto para cualquiera. Da igual lo que haya que entrenar, que él se va a dejar la vida sin poner ninguna excusa. De hecho, hasta ya nos ayuda como jugador en los partidos y si no es por Mike, que no le quiso pasar la pelota, hasta hubiese metido ya un gol más que Xenxu en la liga, jeje. Ausina es muy grande y gracias a él, como parte importantísima del equipo, se ha conseguido ir a muchos campeonatos de España en categorías, se ha ganado la liga de Segunda y se ha quedado subcampeón de Primera. además, después de quedarse por dos veces a las puertas de la selección definitiva juvenil para los Campeonatos de Europa de waterpolo, este verano tuvo su premio acudiendo a la Universiada. ¡Ya te lo merecías mucho antes, campeón!
Si Ausina realmente lo quisiera y creyera más en si mismo, dentro de un tiempo podría llegarle la oportunidad de la absoluta. Yo confio a muerte en él. Ausina es un crack, sin duda. Ah, y es de Alboraya (ciudad orchatera por naturaleza).

Este es mi Raúl. Exhausto después de uno de sus múltiples exámenes de quince horas.

  "Jimmy", "Jimmy", "Jimmy", tan contento contigo a la vez que cabreado (sólo un poquito, jeje). Raúl no es de Alboraya pero tiene cuatro hermanos y sobrevivir a eso hoy en día, ya es un gran triunfo. Raúl siempre fue nuestro pilar ofensivo en su posición de boya. Le llegó a meter hasta 7 goles al Sabadell de Carrillo en un Campeonato de España (ah, empatamos a 8, por si alguien piensa que nos ganaron). Pero fue el pilar ya no por sus múltiples goles (los gastastes demasiado pronto, los goles) o por las muchas exclusiones, si no por como hipotecaba la defensa rival y el tremendo espacio que daba a nuestros lanzadores exteriores. Estoy cabreado con él porque "Jimmy" nunca ha podido derribar a su muro particular del sacrificio. Él siempre ha entrenado muy duro pero no ha "querido" dar el salto cualitativo que superan los grandes jugadores de cualquier deporte. Él y yo sabemos que tengo razón en este tema, y que de haberlo derribado, hoy Raúl sería un pedazo de jugador. Sus obligaciones universitarias tampoc están ayudando mucho estos dós últimos años, pero aún así, él sabe que le necesitamos en el equipo por todo lo que aporta.

  Disfruto mucho con ellos. Me gusta mucho como jugadores pero especialmente como personas. Me rio mucho con ellos y su sonrisa diaria (bi-semanal en el caso de Raúl) me dan fuerza y motivación para regresar el día siguiente al entrenamiento. Ellos son de esa clase de personas que son muy agradecidas y te lo demuestran siempre que pueden. He

  Ojalá pudiese volver unos años atrás para volver a disfrutar de ellos cuando eran muy pequeñitos, ojalá. Como no va a ser posible eso, los disfruto cada día (ya me gustaría "Jimmy") a muerte.

  Ya lo he dicho varias veces....gracias a jugadores como ellos, yo soy entrenador de waterpolo.

  ¡Gracias, chicos! De uno que os quiere mucho.

Pd; Este sábado quinto viaje consecutivo fuera de Valencia. Esta vez al "condado" de Moscardó. El objetivo los tres puntos y darle un abrazo enorme a un tipo fenomenal, como Simón Zapatel. Si no fuera por su gran (literal) cabecita loca, Simón sería un superclase. Eso sí, es un buen jugador y una mejor persona.