jueves, 31 de marzo de 2011

La solidaridad de Mefroto.

  El otro día me dejé una anécdota bastante graciosa en la entrada que hice de Mefroto. En la temporada que ganamos la liga de Primera, 2002-03, había un equipo que nos costaba mucho ganarles, el Ondarreta de Madrid. Allí ganamos 3-4 en la última jugada (gol de Mefroto precisamente) y en el partido de vuelta la cosa no iba a ser fácil. Bien, el partido estaba siendo muy duro en todos los sentidos y, a mitad de la tercera parte con 5-8 para Ondarreta, nos disponíamos a realizar un hombre de más después de tiempo muerto. Yo hasta entonces había recibido más que un tonto, así que me encontraba demasiado caliente. Nos colocamos para empezar la jugada, yo de cuatro y Mefroto de dos. Después de mover el balón, cuando me vuelve a llegar lo cojo y lanzo a la primera. El balón golpea el travesaño y se dirige en una parábola perfecta de nuevo a mi posición. Yo nunca he sido un jugador duro, todo lo contrario, pero ese día había mucha intensidad y agresividad en el agua. Salto a por el balón y lo mismo hace mi defensor. De reojo observo que Mefroto también salta a por él. Pero no él ni yo, el defensa salta más que los dos y en ese momento le suelto un manotazo en toda la cara al rival. ¿Resultado? Exclusión con cambio de Mefroto y hombre de menos. Mientras nadamos hacía nuestra portería y ya con Mefroto en la zona de exclusión, el tío va y suelta al arbitro "arbitro, arbitro, que yo no he sido (pío,pío) ha sido Rubén" a la que yo le contesto "calla,calla capullo", pero Mefroto insistía "que le ha pegado él, excluyélo a él, joder" y yo entre que íbamos perdiendo, iba quemado de lo que había recibido y que mientras defendía el hombre de menos, había un chivato que no paraba de hablar, me giré a Mefroto y le dije "Estabas jugando muy mal, Mefroto, lo mejor es que te hayan excluido a ti". Mefroto que se subía por las paredes me soltó un alto y claro "¡Subnormal!", jajaja. Ocho años después recuerdo aquella jugada como si fuese ayer, jaja. Fue muy divertido.

  Ah, por cierto, ganamos 11-10 sin Mefroto. ¿Sabéis quién ganó ese partido y demostró que era imprescindible? No , no fui yo, fue Jordi Millán (ahora en Sabadell). Metió 5 chicharros que fueron la clave de áquel partido.

 

viernes, 25 de marzo de 2011

Raúl García. Para los amigos...El Mefroto.



Poder hablar de Mefroto me produce una gran satisfacción personal. No sólo por haber sido un buen jugador sino porque lo considero un AMIGO en mayúsculas. Es de lo mejor que conozco en este mundo. Quizás una de las razones es que Raúl y yo nos conocemos desde que empezamos a jugar a esto del waterpolo con apenas ocho años, en la U.E.Horta. Desde muy pequeñitos fuimos compartiendo mil una vivencias de todo tipo hasta llegar a nuestro último año de junior (lo que ahora sería la categoría juvenil). Un verano después yo me marché a Poble Nou y sólo un año después volvimos a coincidir esta vez en División de Honor. En esos dos años que volvimos a jugar juntos estrechamos aún más nuestra ya de por si, gran relación. Más tarde cuando el Poble Nou tuvo que renunciar a las ligas nacionales, Raúl fue fichado por Terrassa (donde Rafa Aguilar era por entonces el entrenador) y yo me fui a Valencia. Y sólo otro año después, Mefroto también fichó por el Valencia. En la capital del Turia pasamos juntos (aquí incluyo también a Jordi Millán) dos años maravillosos. La cantidad de historias o anécdotas son de lo más dispares, jeje.



Es un hombre elegante. Los trajes son gracias a él.

  Como persona Raúl es maravilloso. Honesto, leal, bromista pero con un humor muy genuino, extrovertido, muy amigo de sus amigos. Todo aquel que conoce por primera vez a Raúl, se parte con él y sus innumerables chistes o deferencia hacía aquello o lo otro. Yo, como lo conozco desde hace tanto tiempo, mientras los demás se mueren de la risa, callo y respiro profundamente mientras pienso "otra vez la misma broma" o "¡pero no cambiará el tío su repertorio!".

Raúl en la mítica piscina de Horta.

  Como jugador un diez, tanto en disciplina, humildad y ambición. Fue un ganador, muy rápido y versátil. De entrada eléctrica (cuantos goles habrá marcado él a pase de Dani García de esta manera..) de posición dos hasta dos metros. Siempre jugaba al máximo, era una pesadilla en defensa buscando constantemente el robo de balón cogiendo de la muñeca al atacante (su preferida) o sin coger. Muy intenso en la transición especialmente de defensa a ataque y las contras eran frecuentes en su juego. Nadar, lo que se dice nadar, nadaba una tira. No era el prototipo de un jugador de waterpolo (aunque he de decir que en este país...¿quién tiene el prototipo?) ya que no era grande aunque estaba muy fibrado y tenía fuerza. Tenía un gran lanzamiento a la primera tanto con balón controlado en el agua como lanzando a la primera después de un pase. Siempre se levantaba casi hasta las rodillas y dominaba mucho el lanzamiento con bote. En sus últimos años inventó el lanzamiento de rosca con bote...si,si, aún me estoy muriendo de risa viendo como ensayaba cada día ese tiro en los entrenamientos.
Recuerdo la "broma" pesada que le hacía cada partido jugado en Valencia, Signes, cuando aún estábamos en primera. Nunca le hacía jugar de titular, nunca. Siempre ponía en su lugar a un canterano para que la directiva y afición viesen que se invertía mucho en los de la casa. Algo que sería muy coherente sino fuese porque en todos los partidos que jugábamos como visitante, Raúl no sólo era titular, si no que jugaba los 32 minutos y su sustituto en los partidos de casa ni se tiraba al agua. Al año siguiente, ya en la máxima división, Raúl jugaba los 32 minutos de cada partido.

  A final de mayo del 2004, Mefroto negoció con el club un nuevo contrato (de hecho, ese año se acaba un ciclo y a todos nos tocó negociar nuevas condiciones). Él pidió 10 y el club le ofrecía 6. Lo normal. Ambos querían seguir con el proyecto y como se hace en estos casos, ni 10 ni 6, 8 y firmamos. Pues el día señalado para la firma, incomprensiblemente no se le renovó y tuvo que irse de Valencia. Raúl no se merecía un trato así. Dio mucho al club. Vino en Primera y lo subió a División de Honor. En la máxima división se quedó octavo y se jugó la Copa y los Play-off de liga. Entrenó bien. Jugó bien. Metió muchos goles y se llevaba muy bien con todo el equipo. Hubiese preferido perder un brazo en ese momento a cambio de no ver a un amigo salir por la puerta de atrás de un sitio donde tanto dio. A mi me hubiese encantado tenerle en mi equipo. Encajaría perfectamente en mi sistema.

Un hombre feliz.

  En estos momentos, Raúl vive en Lanzarote con su mujer y su hijo, Sebas. Como persona muy inteligente que es, nunca dejó de lado sus estudios mientras competía a buen nivel (jugó la Universiada de China, por ejemplo). Ahora es empresario y vive bien, muy bien. Se lo ha currado y además se lo merece. Y le gusta tanto el agua que ya que no puede seguir jugando a waterpolo, ahora se dedica a nadar con los masters en natación. ¿Os acordáis que hace unas líneas más arriba dije que nadaba un rato? Hace poco menos de dos meses durante el Campeonato de España de Masters, en Pontevedra, se colgó un par de medallas de oro. Apenas tiene tiempo para entrenar un par de horas a la semana pero aún así hizo 56 segundos en 100 crol. Ya le gustaría al mejor de mis chavales, acercarse siquiera un poquito, jeje.

Pd I ; Sólo él puede explicar porque le llamamos el Mefroto.

Pd II; Aún recuerdo como si fuese ayer una de sus muchas salidas de humor en aquellas interminables sesiones de hombre de más (de más de una hora) con Signes. El mister le preguntó debido a un pase equívocado "¿Cuál es la distancia más corto entre dos puntos?", a la que Mefroto respondió sin vacilar "¡qué pregunta más fácil, qué soy universitario! La parábola". Diez minutos donde nadie podía parar de reír, hasta el mister y aquello ya era dificil.

viernes, 18 de marzo de 2011

Árbitros: Los eternos incomprendidos.

   No tengo dudas que esta entrada va a dar que hablar a más de uno. Hacía bastante tiempo que quería dedicarle unas líneas merecidas a unas personas que da igual como lo hagan, siempre son criticadas. Sobre todo desde la crítica negativa y/o destructiva. Quiero resaltar para las mentes inquietas y mal pensadas que pudieran creer o pensar, que con este escrito pudiera (mi equipo, el Waterpolo Turia) obtener a cambio mejores arbitrajes para así salvar una hipotética permanencia en la División de Honor, que están bastante equivocados, aunque puedo entender que se les pase por la cabeza. En pocas palabras, nadie escribe nunca de los árbitros y el que lo hace, es para decirle de todo menos bonito. He esperado lo máximo hasta estar casi virtualmente en Primera. Quedan sólo 6 partidos de liga y el equipo que está delante nuestro, el Catalunya, tiene 10 puntos y nosotros 0. Además nos ganó en la primera vuelta en casa 6-11. Aunque el Catalunya ya no puntúe ningún partido más, a nosotros nos queda la Barceloneta, Terrassa y Mataró. Así que, ladies and gentlemen, somos equipo de Primera ya. Mal que me pese por otro lado.

  Seguramente, por no decir que seguro, en los últimos años he sido el entrenador nacional que más contacto ha tenido con los árbitros, no sólo gracias al campeonato nacional (Segunda, Primera o División de Honor), si no también a los muchos campeonatos de categorías a los que asisto. Sin ir más lejos, el año pasado estuve con los infantiles en Barcelona (piscina St.Jordi). Con los juveniles en Terrassa. Con el equipo B en la fase de ascenso a Segunda Nacional (tanto en la fase de Santiago de Compostela como en la de Canoe, Madrid). Con la Selección Valenciana infantil en la Final Territorial de Málaga. Sumando a todo ello, la Nacional, evidentemente, y todo lo relacionado con las ligas de la Comunidad Valenciana. Este año va a ser como mínimo igual o mayor, ya que aparte de repetir todo aquello, iremos a la final del campeonato de España cadete y a un par de torneos con la selección valenciana. Pues con todo esto, no puedo más que decir que el nivel del arbitraje español es muy bueno.

¿Véis? Hasta sonrien de vez en cuando.

  No me cuesta reconocer que durante mi etapa como jugador y, en mis primeros años como entrenador, no dudaba en catalogar a los árbitros como malos o muy malos, y de vez en cuando, había alguno que parecía que no lo hacía mal. Bueno, ninguno. Bueno, si, buenos eran siempre aquellos árbitros que pitaban los partidos que siempre ganábamos. Ese día, les aprobábamos el examen. ¿Cómo podía ser tan mononeuronal?

  Desde la categoría alevín territorial hasta llegar a la máxima división nacional, allá por donde vaya, siempre escucho el mismo discurso en muchos jugadores, entrenadores y directivos, "qué malos que son" "nos han jodido el partido" "así no mejoramos", etc. Pongo sólo un ejemplo para simplificar lo poco "inteligentes" que somos a veces los entrenadores: Juego un partido de liga nacional y durante todo el partido hago zona ´M´ ya que no tengo marcadores y los boyas del equipo rival son imparables. El equipo rival, en cambio, me juega a pressing todo el partido. Destaco que es un equipo donde sus marcadores de boya es lo más flojo que tienen. A favor conseguimos 12 exclusiones y 2 penaltis. En contra 10 exclusiones. Si alguien en teoría debería quejarse por sólo sacar 2 exclusiones y 2 penaltis más que el rival (yo en zona todo el partido y ellos en press) soy yo, pero no lo hago. Al finalizar el partido, el entrenador rival monta en cólera y dice que se siente enormemente perjudicado. En un principio puede llegar hasta entenderse pero si nos vamos a los antecedentes, es decir, si miramos la estadística de los partidos anteriores para ver lo que se obtiene a favor o en contra, el resultado es maravilloso. Hasta ese día, mi equipo tiene una media de 7 exclusiones y un penalti en contra. A favor, 11 exclusiones y un penalti. El equipo rival por contra tiene 14 exclusiones y dos penaltis y a favor 12 exclusiones y un penal. Esto es sólo un pequeño ejemplo de como se suele actuar. Un actuación que por otro lado carece de total objetividad.

Disfrutan con el waterpolo

  Evidentemente hay mejores árbitros que otros, más o menos como sucede con los equipos. Y al igual que en las divisiones de liga, los árbitros también se dividen por categorías. Abajo están los que empiezan y es por ello que fallan más de lo habitual...como nuestros jóvenes jugadores que también empiezan en este deporte. Y cada vez que vas subiendo de nivel y categoría, te vas encontrando mejores árbitros, lo normal.

  Una de las cosas que más me gusta es ir a hablar con ellos antes de empezar los partidos. Disfruto. Es una manera de intentar conocerles y observar que no sólo son unos hombres/mujeres que van de blanco, si no que se trata de personas con muchas cosas interesantes que contar. Las mejores ocasiones sin duda se dan en los campeonatos de 3/4 días donde la interacción entre todos es mucho mayor. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Nunca les he oído criticar ni a un entrenador, jugador o equipo. ¿Por qué entonces, nosotros les criticamos siempre? Algunos no sólo es que sean buenos pitando ,es que se les ve que disfrutan como niños. Algunos de ellos tienen hasta blogs propio de waterpolo. Otros aparecen por muchos blogs solventando las dudas arbitrales que puedan haber por ahí. Los árbitros son una parte importante de nuestro deporte y criticándoles sin descanso sólo hacemos que manchar nuestra propia imagen.

  Recomiendo a todos los equipos grabar los partidos donde juegue su propio equipo. Es la mejora manera de analizar los propios errores y es en frío, donde podemos ser lo más objetivos con el arbitraje. A mi me va muy bien porque me doy cuenta que aciertan en un 95% de todas las decisiones en un partido. En el otro 5%  restante, en sus errores, me doy cuenta que unas veces me veo favorecido y en otras perjudicado. Siempre a partes iguales. Siempre he pensado que los partidos más importantes, casi siempre se acaba ganando o perdiendo de 1. Y son nuestros errores o aciertos los que desnivelan el partido a favor o en contra.

  Para entender a los árbitros hay que ponerse en su piel y que mejor manera que pitar nosotros nuestros partidos de entrenamiento. Aquí la empatía es total. A m me ha pasado con mis jugadores, donde el resultado no es importante ya que somos el mismo equipo. Daba igual lo que pitara, siempre había uno que se quejaba. Normalmente esa queja era debida a un error suyo. Si dejaba luchar en la boya, y el atacante metía gol, se me quejaba el defensa. Si la siguiente jugada, volvía a dejar jugar pero esta vez el defensor cogía la pelota, se me quejaba entonces el atacante. Justo en ese instante vi una luz e hice lo siguiente: Yo pitaba normal hasta que alguien por lo que fuese, se quejaba, entonces le preguntaba al jugador que se había quejado, que me diera su opinión de la jugada y que determinara lo que tenía que pitar. Así lo hice durante dos minutos y siempre el jugador al que yo le había pitado algo en contra, me "desautorizaba" y la falta era a favor de él. Lo que empezó siendo algo divertido para ellos, resultó una "cagada" contra los mismos. Me hicieron parar el partido y me rogaron que por favor, pitase lo que yo viese....aunque me equivocara...más o menos...lo que pasa con los jugadores, que unas veces fallan y otras aciertan. Desde entonces todos los entrenamientos que hacemos discurren desde el máximo respeto entre todos. Resultado: En estos últimos cuatro años, ningún jugador ni entrenador del Waterpolo Turia ha sufrido ningún partido de sanción ni ha tenido ninguna multa económica. ¿Cuántos equipos pueden decir lo mismo? Humildad y compañerísmo son los dos valores principales de nuestro club.

  Quizás la única pega que veo yo en algunos árbitros (pocos) es que aún siguen teniendo vicios dificiles de mejorar. Este aspecto lo veo desde la máxima objetividad posible ya que jugadores de primer nivel en mi equipo, aún no hay. Hay árbitros que siguen pitando por el nombre del jugador, cosa muy perjudicial sobre todo para el mismo jugador beneficiado. Estos mismos jugadores que en la liga obtienen todo a favor, cuando llegan a Europa o con la Selección, su actuación es cuanto menos, muy floja. Pero bueno, eso quien tenga que corregirlo, ya sabrá como tiene que hacerlo. En cuanto a los árbitros , me quedo con los jóvenes que vienen. Son más atrevidos y tienen más desparpajo. Eso se agradece mucho.

  Por cierto, no pongo ningún nombre de arbitro para no crear precedente ni que ninguno de sienta celoso,jeje.

   Pd I; Las excusas en las derrotas sólo limitan nuestro crecimiento como personas. Nos impiden mejorar y ver más allá del horizonte. No es el camino a seguir.

  Pd II; En contra de lo que se dice desde la FINA, considero que habría que permitir mucho más la comunicación entre árbitros y entrenadores durante los partidos, siempre que sea desde el máximo respeto entre ambos. Como en baloncesto. Le daría más brillo al partido esto en vez de sacar amarilla a la mínima. Es sólo una opinión.

martes, 15 de marzo de 2011

Aniversario

  Tal día como hoy hace ocho años (temporada 2002-03) el waterpolo en Valencia hizo historia. El tristemente desaparecido Waterpolo Valencia (podemos llamarle también Aguas de Valencia o Maybe Valencia) se alzó con la liga de Primera División. El año fue espectacular. Ese año donde la liga estaba dividida en dos fases con un total de 20 partidos, empezó y acabó mucho antes debido a la posterior celebración del Mundial de Barcelona.

  Aquel 15 de marzo del 2003, a las 17h se jugaba la 19ª jornada de liga en la piscina de patraix (Valencia) entre el primer clasificado, el Waterpolo Valencia, contra el cuarto, el Hospitalet. A la misma hora pero en St.Feliu se jugaba otro partidazo entre el equipo local (tercer clasificado y favorito al empezar la liga) de Nelson Riera, Sato Kenichi, Oscar Suadas, Sergi Ureña, Juanba Álvares, Álex Garrido, Sergio García, etc, contra el Horta (segundo clasificado a un punto del Valencia y con excelentes jugadores como Antonio Peña y José Luis Junquera).
A las 18h se dieron los dos resultados que todo el mundo esperaba; victoria 6-3 ante el Hospitalet y derrota del Horta. ¡¡Éramos campeones!! Una temporada después de haberme aventurado a probar una experiencia fuera de casa (Barcelona) conseguíamos el deseado ascenso. El equipo lo dirigía Jordi Signes, el cual aún sin sentimiento alguno por las formas y las maneras, hizo un gran trabajo consiguiendo el objetivo por el que había sido fichado. En presidencia, Vicente Vidallach, cuyo enorme esfuerzo desde muchos años atrás por fin era recompensado. Le debe mucho el waterpolo valenciano a Vicente. Lástima que no se supo gestionar como se debía un deporte como el nuestro.



De pie,de izquierda a derecha: Ramón Argente,Jesús Benavent,Zoltan Ridzyk,Jordi Signes(entrenador),Valero Tamarit,Itsvan Csaki y Dusan Holas. Abajo de izq. a derecha:Alberto Ayas,Raúl Navarro,yo,Roberto López,Raúl García,Jordi Millán,Joan Vidallach y Pablo Álvarez.

  Celebrar una liga en casa no tiene igual, pero si encima lo celebras ganando 18 de los 19 partidos jugados hasta la fecha (el otro un empate en St.Feliu), el mérito aún es mayor. Y si encima ganas la liga un 15 de marzo, inicio de los cinco mejores días de falla para la gente joven, pues mejor no hablamos, jeje. Seguramente una de las mejores semanas que he tenido en mi vida. Eso si, Signes no tuvo ni un miramiento con nosotros, seguimos entrenando mañana y tarde toda la semana...a muerte. Donde manda patrón no manda marinero. ¿Resultado? Derrota en el último partido de liga y una semana entera para recuperarnos.

  La clave de un año espectacular fue sin duda la enorme cohesión entre todos los integrantes del equipo. Todos éramos uno y nadie quería destacar por encima de nadie. Éramos una gran familia donde la humildad predominaba. Era un gran equipo que si no se hubiera apenas retocado, habría permanecido sin problemas en División de Honor.

  Mención especial para Millán, Roberto y Mefroto (los tres tendrán su merecida entrada a su debido tiempo). Tres pedazos de cracks. ¡¡Vaya año más brutal!! Conquistamos Valencia,jeje. Chicos....¿repetimos?

  Ese ascenso marcó el inicio y seguramente el final de una misma etapa. Se empezó a fichar demasiado. Algunos de un nivel excelente como Chava, todo un acierto. En otros muchos se erró enormemente. Se pagó lo que no había para pagar. Se olvidó dar oportunidades a los chavales de la escuela. El final es de sobras conocido pero no por ello hay que quitar el enorme mérito que hubo en aquel bonito sueño. Lo importante es aprender de los errores.

jueves, 10 de marzo de 2011

Pablo "El Capi" Álvarez.

 

Un trozo de pan.
  "Oh Capitán, mi Capitán". Decir esa mítica frase a la vez que que nos subimos a los pupitres, es lo que deberíamos hacer tanto jugadores como cuerpo técnico cada vez que Pablete entra a la piscina. Porque la piscina cuando no está el Capi, es menos piscina. Cuando por fin esa masa descomunal de la naturaleza aparece en ella, trae consigo la honestidad, la nobleza, la bondad, el sacrificio y unos valores positivos muy arraigados en su grandioso corazón. Porque cuando Pablo Álvarez aparece en la piscina, me hace recordar al profesor de literatura, John Keating, y durante unos segundos en vez de ser su entrenador, me siento como si fuese cualquier Neil Perry, Knox Overstreet o Todd Anderson, sus discípulos en la majestuosa El club de los poetas muertos. Pablo es el líder espiritual del equipo. Con su fe ciega en la razón, sacrificio y compromiso, el Capi guía a sus compañeros de la manera más noble y pura que uno pueda conocer. Porque si algo caracteriza a Pablo, es su bondad y la imposibilidad de hacer daño a alguien.

  Os recomiendo ver la película que os he citado anteriormente, tanto a jóvenes como a padres. Es un canto a la libertad de uno mismo y disfrutar de la vida sin hacer daño a nadie. Carpe Diem y su mensaje de vivir el momento. Para los jóvenes os diría que por muy difícil que veáis un sueño u objetivo, nunca dejéis de luchar y creer en ello, porque por muy alto que sea ese obstáculo, ese muro, si realmente deseáis conseguirlo, lo conseguiréis. Muchas veces no importa el cuando, si no conseguirlo. Para los más mayores, los padres, dejad que vuestros hijos luchen por sus sueños y ayudádlos siempre. No caigáis en el error como he podido comprobar estos años, de dirigir y manipular la vida de vuestros hijos. Si el chaval quiere jugar a waterpolo y trabajar en una panadería, ¿por qué debe estudiar arquitectura y dejar de jugar?. Guiar al chaval con los mejores consejos no significa coartarle su libertad de expresión y de ser uno mismo.

  Carpe Diem es lo que hace Pablete cada día de su vida. Disfruta de la vida dándolo absolutamente todo en cada instante; en casa, en el vestuario, en el entrenamiento. No se queda nada para él. Todo al servicio de los demás, aunque tengo que reconocer que aún le cuesta de manera sobre humana mostrar sus sentimientos. Es demasiado tímido pero aún así, sabe transmitir en cada instante lo mejor que tiene dentro.
Durante cada temporada, soy muy dado a hacer mil terapias de grupo (lo que se diría vulgarmente entre los jugadores "qué pesado de entrenador") para poder sacar lo mejor de cada uno a nivel humano. Ya he comentado mil veces que a mi lo que me preocupa son las personas y, luego ya iremos al jugador. Invierto muchas horas en ello y es asombroso cuando entras dentro de la persona y logras ganar su confianza total. Y en Pablo ha sido increíble descubrir como alguien puede ser tan bueno.

Su generación del 85. Él siempre al lado de la comida.

  Conocí a Pablo hace ya diez años, cuando él a pesar de sus quince años ya era igual de grande que lo es ahora. En los dos primeros años gracias a su timidez sólo le oí decir "jaja", "grrrr" y "hola". Ocho años después el niño ha crecido y ya dice hasta "¿Qué pasa?". Cada x tiempo cuando alguna radio o programa de televisión nos llama para hacer un reportaje, el Capi siempre me dice "¿Pero por qué me haces esto? Si sabes que no me gusta hablar". Y yo le digo "por eso mismo,jeje". Pablo es la imagen del jugador total que cualquier club quiere tener y logra transmitir nuestros valores a todo el mundo. Es por ello que le "obligo" a ir a esas entrevistas.

  Como jugador es lo mejor. Puntual, muy puntual. Disciplinado, muy disciplinado. Siempre a muerte, sin excusas. para ser un tío tan corpulento tiene un nado, una velocidad y unos movimientos increíbles. Es fuerte como pocos. Es el jugador total.
Pablo inmerecidamente nunca jugó ni un minuto en los dos años que estuvimos en Primera antes de subir a División de Honor. Luego, con diversos entrenadores de prestigio sólo jugaba y muy poco, para cargarse de exclusiones. Triste bagaje para un jugador espectacular. En la fuga con la desaparición del antiguo Valencia, Pablo no quería continuar, normal. Estaba muy quemado y me costó muchísimo convencerle para que se quedar en el nuevo proyecto y confiara en mi. Le dije que se lo iba a dar todo y que si me hacía caso, se convertiría en un jugador excepcional. Artífice de la liga ganada en Segunda División. Pablo es ante todo defensor de boya y no teníamos boyas convincentes ese año. Marcadores sólo uno, Pablo. Difícil dilema. Así que Pablo las primeras dos partes y media de boya (ocho exclusiones sacaba por partido de media), y la última parte y media de defensor. Hala, 32 minutos sin descanso y no te quejes,jeje. ¡Espectacular!
El año pasado aún mejor, siendo clave en el segundo puesto de liga en primera. Pero ahora al revés, más tiempo de defensor que de boya. ¡Espectacular!. Y este año vueltas a las andadas, como en segunda,jeje.


Jugó con los mejores....y también con Pedrito y Cuenca.

  Lo más excepcional de todo no es lo gran jugador que se ha convertido Pablete. Él sabe más que nadie lo mucho que he invertido en él estos cuatro años en todos los sentidos. Lo más excepcional es que siempre ha superado cualquier inconveniente para jugar y ayudar al equipo. Tanto en las derrotas y cuando ya no había nada que hacer en la liga (costillas rotas, la mano derecha sin poder coger un balón durante semanas, fiebre,etc), hasta cuando nos jugábamos una liga. Pablo tiene una enfermedad importante, padece epilepsia y constantemente los médicos le han desaconsejado dejar el deporte de alto nivel. Una de las causas por la que nunca nos acompaña a Canarias, es porque tiene prohibido volar. Hasta hace poco tenía prohibido también conducir. Además hay que contar con el aspecto emocional y todos sabemos que es más duro este aspecto que lo físico en si en muchas cosas.
Lejos de esto, Pablo lo está superando con mucha fuerza y mucha convicción. Quizás dentro de poco hasta lo veamos cogerse una avioneta rumbo a las Maldivas.

  Tengo una anécdota simpática con el Capi en los primeros dos años en Primera y Segunda. Todos sabemos que delgado, delgado no está, jeje. Más bien, como puedo decirlo....hinchadito,jeje. Le encanta el chocolate...mucho. Así que durante todos los viajes que hacíamos en autocar esos primeros años, como persona muy inteligente que es (no olvidemos que está licenciado en Empresariales y ADE) y a sabiendas que a mi me encanta también el chocolate, pero el blanco en este caso,y que le tenía prohibido a él comer chocolatinas en los viajes, cada vez que se compraba él una, me venía sigilosamente por la espalda y me daba a mi una chocolatina blanca,jeje. Y así me tenía siempre contento. Desgraciadamente, desde el año pasado ya ha dejado de obsequiarme con ese detalle, aunque él sigue comiéndose su chocolatina a escondidas. Ya se sabe, los hijos olvidan muy rápido lo que los papás han hecho por ellos,jeje.

Todos de mayor quieren ser como Pablo.

  A Pablete, si el club le trata como se merece, aún le quedan cinco años de buen waterpolo y cuando se retire, el gorro número 6 habrá que retirarlo para siempre. Nunca habrá ningún jugador mejor que él en este equipo. Nunca. Por cierto, el Capi ha perfeccionado el estilo de espalda con corchera. Tengo claro que en su honor, si de verdad se construye la nueva piscina, la corchera situada entre las calles 4 y 5 se llamará Corchera El Capi.

  Para acabar, es por gente como Pablo por la que yo hago esta serie de homenajes. Y con Pablo más aún. Pablete dentro de unos años conseguirá un buen trabajo, se casará y tendrá hijos. Irremediablemente poco a poco irá dejando de jugar como todo el mundo. Su carácter generoso y humilde le impedirá decirle a nadie, ni siquiera a su mujer e hijos que un día fue un magnífico jugador de waterpolo, y que fue el santo y seña del Waterpolo Turia durante muchos años. Pero lo más importante es que el Gran Capitán fue (y será) una persona muy querida dentro y fuera del vestuario. Un ejemplo a seguir. Yo no sólo escribo esto por él, que es así, sino porque dentro de algunos años, Pablete/a junior querrá conocer quien fue su padre y que hizo o a qué jugó. Y una parte de su padre lo podrá encontrar en este blog. Gracias a internet y a lo que se descubra en un futuro, tenemos la suerte de conocer más a nuestra gente.

  Te mereces todo Pablete....¡¡hasta las chocolatinas!!