lunes, 21 de febrero de 2011

El waterpolo y las razones de su NO crecimiento.

  ¿Es el waterpolo un deporte de masas? No. ¿Se trata entonces de un deporte mediático? Pues no. ¿Se ve espectáculo en el waterpolo? Apenas. ¿Es un deporte vistoso, al menos? Al revés. Podría formular mil y una preguntas del mismo estilo y todas tendrían sus correspondientes respuestas negativas. Me sabe mal decirlo ya que adoro este deporte, pero me temo que o mucho cambiamos esto o, poquita vida le queda a esta disciplina acuática.

  Después de más de veinte años ligado a este deporte escuchando opiniones de directivos, entrenadores, jugadores, seguidores, árbitros, periodistas, políticos, patrocinadores, etc, he llegado a unas conclusiones de las cuales muchos estarán muy de acuerdo con lo que voy a exponer a continuación, y otros quizás no tanto. De ahí la libertad de expresión y es totalmente respetable en ambos sentidos.

  RAZONES DEL NO CRECIMIENTO DEL WATERPOLO.

  Primera razón.

  La más importante de todas. No disponemos de una Federación de Waterpolo propia. ¿Por qué tenemos que seguir siendo el hermano tonto de la natación año tras año? ¿Acaso el balonmano y el baloncesto deberían tener una federación conjunta? Ambos deportes juegan en una pista donde hay que correr y se juega con las manos. Yo odio la natación por encima de todo, ya no sólo por ser un deporte aburrido de narices, sino por ser el gran causante que sigamos anclados en épocas neolíticas. Dicen por ahí que es gracias a la natación que tenemos apoyos y demás y que el waterpolo apenas atrae nada importante. Aceptamos el órdago. ¿Qué somos pocos y no tenemos ayudas? Si es así, mejor, porque entonces nos pondremos las pilas en busca del éxito.
Si para un presidente y directiva de un deporte cualquiera, su trabajo ya es duro y sacrificado y no siempre se obtienen resultados, ¿qué podemos esperar cuando en vez de una se albergan cuatro especialidades?

  Segunda razón.

Nula publicidad en televisión y/o prensa. ¿Conocéis el snooker? Seguro que si os digo que es el juego de billar clásico anglosajón que se juega con quince bolas rojas y seis de diferentes colores, ya os sonará. Bien, el snooker es otro juego aburrido de narices, sobre todo para verlo por la televisión. Pues esa es la clave, amigos, la televisión. Lo dan casi cada día por Eurosport. No se olvidan de ningún campeonato nacional o internacional, o las grandes series mundiales. La televisión y su reiterada repetición me ha hecho saber que la bola rosa vale seis puntos, la azul cinco y la verde tres. también que se juega en modalidad de frames (o lo que es lo mismo, tipos sets) al mejor de 9, 17 o 25 por poner un ejemplo. Ah, me encanta como juega Roonie O´Sullivan, es mi favorito. Cada partido es seguido por mucha gente en el recinto donde se juega y por la audiencia en la televisión. Y siempre acompañada de cantidad de patrocinadores que lo único que les interesa es que su marca salga por la pequeña pantalla. Que sea snooker, salto a la ría o waterpolo, les da lo mismo.
Pienso que siempre se ha llevado muy mal este tema desde las altas instancias, ni aprovechando los boom´s de la selección hemos podido sacar tajada. Hubo un tiempo que en la 2 daban casi cada semana un partido de waterpolo a nivel nacional. Para que veáis un poco la mala gestión, siempre daban el partido por la tarde que es cuando jugamos todo el mundo, así que ¿quién va a seguir el partido?. Otro handicap añadido es que el 95% de los partidos que retransmitían era o en el Pez Volador de Canoe o en la Escullera del CNB. Normalmente eran partidos con 15 espectadores a pie de piscina y eso cuando lo ves por la tele, es triste, muy triste. Daña la imagen. Otra desventaja es a la hora de seleccionar partidos, un Canoe campeón de liga contra un Poble Nou donde yo jugaba (íbamos últimos) tampoco mejoraba la imagen. Esto me hace recordar el primer partido de waterpolo que se televisó para toda la Comunidad Valenciana, ni más ni menos un Valencia-Barceloneta. No hace falta decir la paliza que nos dieron y que nunca más se volvió a dar ningún partido por estos lares. Vaya imagen se dio. No hace falta dar siempre los CNB-Barceloneta porque aburre y cansa siempre la misma película, pero los Navarra-St.Andreu o Mataró-Terrassa bien pueden ser partidos muy vibrantes para el espectador. Incluso un Turia-Martianez bien merecía la pena.

  Leo que se ha llegado a un acuerdo para retransmitir partidos de waterpolo por teledeporte. No me lo creo por mucho que hayan dado la Copa y con mal sonido. Por ley los campeonatos donde juega la selección de cada deporte, se ha de dar en abierto o privado, pero se ha de televisar. Dar algún partido de Copa o del play-off tampoco tiene mucho mérito. Hasta que no den un partido fijo semanal, el crecimiento es nulo.

  Tercera razón.

  Durante todo el verano y aún sigo, estoy en busca de un patrocinador para el equipo. Les intento vender una moto sin ruedas, sin manillar ni sillín. Envié proyectos a las 50 mayores empresas de la Comunidad Valenciana. Muchas ni me contestaron. Otras me dieron ánimos y toda la suerte del mundo. Las más respetuosas me enviaron unas cuantas preguntas básicas con el fin de interesarse en la contra partida que les podíamos ofrecer. ¿Cuántos partidos os televisan al mes? ¿Qué prensa deportiva se hace eco de vuestro seguimiento? ¿Cuántas entradas vendéis por partido y a qué precio? ¿Ámbito nacional dónde jugamos? Así algunas más. Preguntas sin respuestas positivas. Adiós patrocinadores. Esta razón va ligada a la anterior. Sin televisión y sitio para promocionar la marca, nadie se va a interesar. Con razón.

  Cuarta razón.

  Considero esta razón muy importante. Hasta que no se descentralice el waterpolo de Cataluña, no habrá nada que hacer. Yo soy catalán, de Barcelona. Sé de lo que hablo. El waterpolo me recuerda al Hockey sobre patines donde el 90% de los equipos son catalanes. Es una liga que tampoco la sigue ni Dios. Hace poco fueron campeones de Europa o del Mundo(da igual, siempre ganan lo que sea) y casi nadie se hizo eco de la noticia porque sencillamente tampoco importa. Como se juega en una Comunidad Autónoma, pues eso.
A los equipos catalanes ya les va bien así porque sólo piensan en ellos, no en la mejora del waterpolo y en su futuro. Es muy aburguesado comer en casa y una hora después estar ya en la piscina del rival. Pocos gastos, pocos viajes, etc. Comodidad, vaya. Hasta podrían hacer ellos mismos su propia liga autonómica que además tendría muchísimo nivel. Hay muchas veces que pienso que realmente es lo que quieren.

  Hasta que no sigamos el claro ejemplo del fútbol sala, volley o balonmano (no hace tantos años, esas ligas no valían ni un duro) y expandamos nuestro deporte a nivel nacional, no tendremos futuro. Eso junto la televisión y los patrocinadores, nos darán la vida que necesitamos. Pensad, los deportes que más triunfan son aquellos que están expandidos ya sea a nivel nacional o internacional.

  Quinta razón.

  En la mayoría de piscinas no se cobra la entrada al partido. Otro error. Siempre pensamos que si ya viene poca gente, si encima han de pagar aún vendrán menos. Es una opinión. Yo pienso que los deportes que más triunfan, son aquellos donde las entradas valen más caras. Y así pasa con los buenos coches, la ropa o las casas. El ser humano tiende históricamente a valorar las cosas cuando éstas tienen un valor añadido. Respecto al waterpolo, somos nosotros mismos los que estamos dando poco valor a nuestro deporte al considerar que el esfuerzo de jugadores, entrenadores y directivos no tiene precio. Para mi, craso error. Con una buena publicidad, sería una manera de poder devolver al patrocinador lo que te está aportando.

  Sexta razón.

  Lo aburrido que es el waterpolo y lo difícil que es vender la imagen. Es demasiado lento, por mucho que las nuevas normas intenten hacerlo más rápido. La gente quiere espectáculo y goles, muchos goles. Quiere ver un juego dinámico y fluido. Una de las causas que considero que nos atrasa respecto a otros deportes, es la lentitud de nuestro juego y ello es sobre todo a las dimensiones de la piscina. Nunca voy a entender la obligatoriedad de jugar en piscinas de 30x20. ¿Por qué? ¿A quién le interesa esto? No me vale que a nivel internacional se juega así. ¿Vamos todos a tener alguna vez la posibilidad de jugar en Europa o con la Selección?. ¿Deberían todos los equipos de fútbol jugar en campos con dimensiones como el Camp Nou o el Santiago Bernabeu? ¿Y por qué se juega entonces en el Reyno de Navarra o en los Pajaritos de Numancia? Ahí está la salsa del fútbol, cada uno lucha en su terreno y le da vida a la liga. Otro ejemplo, en balonmano, nuestro símil en tierra. Aceptando que en tierra se va más rápido que en el agua y que hemos cogido muchas cosas del balonmano...¿Por qué ellos juegan siempre en campos tan pequeños de 40x20 y sin tiempo fijo para finalizar la jugada?

  Cuando he comentado con algunos entrenadores de buenos equipos, mi opinión sobre el jugar cada uno en la piscina que tenga (de 25m o 30m de largo) la respuesta de la mayoría es de temor, "es que entonces habría más posiblidades de perder", "hay que jugar todos en las mismas condiciones" apostillan. ¡Pues vale, juguemos entonces todos con el mismo presupuesto!

  Además, para muchos clubes incluido el mío, que no disponemos de piscinas 30x20, esta carencia de instalaciones nos mengua el rendimiento deportivo y nos hace ir a piscinas donde nuestra masa social, no puede ir. Perdemos afición. ¿Qué gracia tiene jugar en la magnífica piscina del CNB si van 15 espectadores a ver el partido (no hablo de partidos de Copa de Europa)?. Prefiero mil veces jugar en la Molinero de Helios ante más de 500 espectadores o en la cueva de Mataró con gradas a ambos lados y repleta de gente.

  El waterpolo en piscina corta es más llamativo, hay más goles, los ataques proliferan más y las defensas, las buenas, en estas piscinas, son un verdadero espectáculo verlas.

  Lo importante, es vender la imagen.

  Séptima razón.

  La poca profesionalización de nuestros jugadores, entrenadores, árbitros y directivos. No es bueno compaginar el waterpolo con otra profesión porque al final se acaba desprestigiando nuestro deporte.

  Me preocupa mucho el futuro que nos espera. Sé que para muchos estás razones no valdrán para nada. Se está muy cómodo como están y seguirán en su pequeño recinto de waterpolo. Habrá jugadores y entrenadores, los de los equipos grandes que pensarán "a mi no me incumbe. Gano pasta y estoy en un buen equipo". A mi no me preocupan ellos en absoluto como yo tampoco les preocupo. A mi preocupa los que han de venir luego a seguir con nuestro deporte, a diferencia de ellos, que tampoco les preocupa el futuro. Un ejemplo como con el cambio climático y/o la escasez de alimentos "Cuando me muera, allá ellos".

  Sé que dependemos de los directivos y son ellos los que tienen que dar los grandes pasos, pero ¿estarán a la altura de lo que necesitamos? ¿Preferimos progreso con mucho esfuerzo o aburguesamiento plácido?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Jordi López, el eterno rookie.

   Conocí a Jordi López por primera vez un 1 de septiembre del 2001, justo en nuestra llegada al proyecto deportivo del Waterpolo Valencia que como claro objetivo, tenía el ascender a División de Honor en años posteriores.

Uno de los grandes
 

  Una vez en la capital del Turia y después de haber cenado con el entrenador Jordi Signes y el presi (Vicente Vidallach), nos asentamos en la nueva casa y empezamos a hablar. Hablamos durante mucho rato. Era y es un friki del waterpolo. ¡Como yo!. Lo sabe todo, absolutamente todo. Es un pedazo de crack. Realmente me sorprendió a priori su fichaje, ya que el objetivo del club era ascender cuanto antes a División de Honor y él, venía de la primera catalana y además en teoría no se trataba de un jugador joven de futuro. Por entonces, Jordi tenía ya la friolera,jaja, de 28 años(días después, Roberto López le puso el apelativo de rookie. Es más, hace ya bastantes años, en fútbol por ejemplo, a diferencia de ahora, los jugadores del segundo equipo debutaban con el primer equipo bastante tarde. Claro ejemplo es el mítico jugador del Barça, Paco Clos, que debutó con 29 en el primer equipo y que no sólo llegó a ser un referente del ataque blaugrana, sino que llegó a ser varias veces internacional). López me dijo que se había hartado de jugar con su equipo mil fases de ascenso a Primera Nacional (antes no había la Segunda de ahora), y que había visto ganar esas fases a equipos como Mataró, Martianez, Moscardó, Askartza, etc. Quería probar al igual que yo una aventura nueva y se la jugó.
  Pronto me dí cuenta que López iba a ser un fichaje muy acertado. Es más, gracias a él, el equipo consiguió más victorias de las que hubiésemos obtenido sin él. Jugador total, muy polivalente y muy elegante, de gran inteligencia y muy rápido en la salida a la contra. Podía jugar en cualquier sitio que donde fuese, lo hacía muy bien. Yo disfruté mucho en ese único año con él. No hacía falta hablar en el agua entre nosotros para saber como queríamos cada uno el balón. Había química y eso nos hacía disfrutar mucho más en los partidos.
Tengo que resaltar que al principio de temporada, López era suplente y le costó ganarse el puesto. Son esas cosas sin sentido que solemos hacer los entrenadores muchas veces. Ponemos a quien no toca y al que se deja la vida en el entrenamiento, que juegue lo justito.


Su nueva aventura (Gentileza de LOS CABOSOS.COM)

  Quizás, lo que más me impresionó del rookie es sin duda el enorme esfuerzo y sacrificio que puso cada día que estuvo con nosotros. Sus ganas de mejorar y demostrar que era un fichaje acertado, no tenía límites. Hoy nos encontramos con jugadores de División de Honor en la liga que entrenan apenas tres horas al día y que siempre están cansados y quejándose que si entrenan mucho o lo otro. Pues bien, atentos a lo que hacía López durante todo un año: Trabajaba todas las mañanas de 8.30h a 11.30h como monitor de natación en la Fonteta. De 12h a 14h entrenamiento de pesas y agua (nunca menos de 3800 metros). Luego de 17.30h a 20.30h otra vez cursillos de natación. Y para finalizar el día, de 21.15h a 23.15h el segundo entrenamiento del día (en muchos de ellos, 4000 metros más de natación). Hasta las 24h no llegábamos a casa para cenar.
López, nunca tuvo una excusa, nunca. Nunca le conocí un día malo y si lo tenía, no lo mostraba a nadie. en el gimnasio, donde era mi pareja de sesión, siempre a tope. Sin hacer una repetición de menos. En el agua, siempre el primero, para tirarse y para liderar el grupo,  haciendo unos tiempos galácticos, pasando siempre por los 2´15"-2´18" en los 200m de cada serie. Jugador muy, muy disciplinado con mentalidad ganadora. Un auténtico fuera de serie.

Grandísimo jugador, grandísima persona.

  Al acabar el año, López regresó a casa, en concreto a Sallent y de ahí a Manresa donde ahora ejerce como primer entrenador con elegancia y grandes conocimientos. A López y siempre se lo digo, se le resistió llegar a jugar algún día en División de Honor. Sin dudas se lo merecía con creces. Y que conste que si él no siguió en Valencia, fue porque lo decidió única y exclusivamente él. Signes no lo quería dejar marchar bajo ningún pretexto. Poca gente ha trabajado tan duro como él para conseguirlo. Las circunstancias así lo han querido. Aún así, lideró a Manresa en estos últimos siete años siendo el referente del equipo y uno de los cinco mejores jugadores que ha dado la Primera Nacional en estos últimos años. No hace mucho, Manresa quedó segundo en primera y en la promoción con el Mediterrani, el 3-0 inicial a favor de los manresanos fue lo más cercano que López estuvo de lo mejores. Una lástima.

  De Jordi López siempre recordaré dos cosas, aparte de la gran amistad que tenemos desde entonces y que, sin duda, durará muchísimos años más, y de lo gran profesional que siempre fue allá donde ha estado. La primera, sus interminables charlas con la novia que tenía por entonces. Se podía tirar horas y horas. Siempre me pregunté como era posible. ¿De qué se puede hablar tanto?. Lo descubrí. Nosotros vivíamos en un octavo (tres en ese piso y en el quinto, cuatro jugadores más) con el consiguiente ascensor. Un día le presté especial atención a López cuando hablaba por teléfono (ya que con siete en el ascensor, poco solíamos escuchar). Y lo que decía López era lo siguiente (lo traduzco al castellano,jeje) "Amor, estoy en el ascensor...segundo piso, tercero, cuarto.....ya...ya estoy...ahora abriré la puerta y entraré en casa...". Y así la mayor parte del tiempo. ¡Ya te vale, rookie!
La segunda es más especial. Siempre nos quedabámos a altas horas de la madrugada viendo la NBA, ya que aquel año también fue el primero de Pau Gasol a la liga. Era increíble lo bien que nos lo pasábamos. Eran los años de Andrés Montes (que en paz descanse) y Antonio Daimiel como locutores. Todos esos motes que luego llevó a la sexta, ya eran usados por entonces para los jugadores de la NBA.

  Sin dudas, esos años siempre estarán en mi recuerdo, por todo. Porque como dijo en su día Andrés Montes "La vida puede ser maravillosa".... y así hay que intentar vivirla.

Así es él, una máquina que no entiende de descansos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mi equipo de ensueño. Soy entrenador gracias a ellos.

  Siempre he dicho que me considero un soñador. No entiendo este deporte desde otro punto de vista. Es demasiado duro y poco gratificante, como para no valerse de sueños e ilusiones para poder conseguir lo que uno se propone. No se cuantos años más seguiré ligado a este deporte desde el punto de vista de ser entrenador, pero lo que si se, es que si ahora lo soy, es gracias a ellos. Son mi dream team. Gracias al extraordinario sacrificio y esfuerzo de mis chicos durante duros años de trabajo, hoy el Waterpolo Turia juega con los mejores y el 80% del equipo es gente de la casa con un aporte muy importante al equipo. Por todo ello, muchísimas gracias de corazón.

  En esta entrega, quiero hablar de la maravillosa generación del 91-92-93 con la que he tenido la gran oportunidad de trabajar durante nueve intensos años. En todos estos años me he considerado un padre para ellos. Les he exigido lo inimaginable; les he mimado y cuidado como si fuesen mis hijos; les he felicitado y abroncado por partes iguales. Esta serie de grandes personajes me han dado la oportunidad única de verles crecer año tras año. Me lo han dado todo, absolutamente todo. No se han guardado nada para ellos. Todo al servicio del equipo.


Esta foto es de los mejores recuerdos que siempre tendré.

  Cogí por primera vez a esos chavales en septiembre del 2002. En concreto a la generación del 92-93. Dos años más tarde se añadieron los del 91. Y desde entonces, desde categoría alevín a absolutos. De la liga infantil de la Comunidad Valenciana a la División de Honor Nacional. Si esto de por si ya es meritorio, tratándose de un equipo de Valencia, deberíamos hablar de una proeza por parte de los chavales tan solo comparable a la Iliada de Homero.

  Desde el primer día, esos chavales de apenas 9-10-11 años entendieron a la perfección el mensaje que les dí "Esto es waterpolo, un deporte muy duro y sacrificado y además nos encontramos en una ciudad como Valencia, sin tradición, apoyo alguno y con todos los inconvenientes de espacio, tiempo y económicos que os podríais llegar a imaginar. Pero si trabajáis duro y sobre todo, creéis en vosotros, conseguiréis muchas cosas de las que nunca llegaréis a imaginar".

  Estos campeones no tendrían porque haberme escuchado pero lo hicieron. Entrenaban de lunes a viernes de cada semana, de cada mes, de cada año, sin apenas fallar a los entrenamientos. Esto será muy corriente en otros sitios pero aquí eso era una utopía. En los primeros seis años el jugador con menor asistencia a los entrenos, tenía un ¡92%!. Increíble. Quizás sería porque yo, al principio, cuando un jugador conseguía un 100% mensual, siempre recibía un pequeño detalle por mi parte. ¿Serían los suculentos Hippos de chocolate la clave de su asistencia o eran mis entrenamientos?jeje. Creo que nunca resolveré el enigma aunque viendo la fisonomía de algunos, puedo pensar que las chocolatinas ganaban.
Todos las fiestas tanto locales como nacionales para nosotros no existían. Yolanda López, coordinadora de la piscina de la Fuente de San Luis, siempre me dejaba la llave de la piscina para esos entrenamientos extras. Entrenos de cuatro horas donde no fallaba nunca nadie. Sólo pensaban en waterpolo. Todo el día.
Como además la liga de aquí por entonces, casi ni existía y por ende partidos casi ni sabíamos lo que era, no nos quedaba más opciones que ir a cualquier sitio del país para poder hacer entrenamientos de más nivel. Esto y jugar la liga de los mayores en la Comunidad Valenciana con un equipo de pitufitos. Todo con tal de jugar cuanto más partidos mejor, siempre evitando excusas y en busca del aprendizaje eterno.

  Disfruté de ellos en el pasado, disfruto de ellos en el presente y ojalá pueda disfrutar de ellos en un futuro. He aprendido muchísimo a su lado. He madurado con ellos, sin duda. En cuanto a resultados, en los últimos cuatro años han jugado seis campeonatos de España de categorías. Sólo por entonces, Barceloneta, Sabadell, Terrassa y Canoe habían hecho lo mismo. ¿No es épico?. Siempre les digo a mis chavales, que si hubiesen tenido la fortuna de haber nacido en Cataluña o en Madrid, no hubiese existido el año que no ganaran una medalla, si no la de oro. Y daría igual el entrenador que hubiesen tenido porque ese equipo lo hubiese conseguido igual. Son muy grandes.


Siempre luchando con los mejores.

  Este es mi equipo, el mejor equipo de todos.

  1. Ignacio Ausina. Profesional, trabajador, autocrítico. Ha sido nuestro cerrojo en la portería durante todo este tiempo. Con él, la defensa se crece. Un auténtico baluarte. Con Diego Tébar (Navarra) el mejor portero joven de la liga. Incomprensible no haber ido al último europeo juvenil con la selección. Actualmente portero del primer equipo.
  2. Fernando Millán. Honesto, con un corazón de león que no le cabe en el cuerpo. Identificado a muerte con el proyecto y claro ejemplo de los valores del club (humildad, compañerismo y ambición). Actualmente capitán del equipo B.
  3. Rubén Olmos. Risueño, simpático, inteligente. Suple sus carencias físicas con una fe ciega en sus posibilidades. Actualemente jugador del primer equipo.
  4. Borja Furió. El más pequeño físicamente de todos pero a su vez el más inteligente y hábil. Dueño del último pase y experto en robos de balón. Sin duda, daría su vida por el proyecto. Actualmente en el primer equipo.
  5. Raúl Plaza. Referente sin discusión del equipo estos años. Emulando a Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, en la batalla contra los almorávides (lo siento amic Joan), Raúl (Jimmy para nosotros) con 40º de fiebre nos guió en la semifinal de la preliminar cadete de Madrid, al primer Campeonato de España de nuestra historia y clave en el devenir de futuros triunfos. Actualmente en el primer equipo.
  6. Nacho González. Discreto pero efectivo. Lento pero seguro. Un baluarte defensivo con goles importantísimo. Actualmente en el dilema de seguir o centrarse en la carrera universitaria.
  7. Miki Clemades. No me canso de ponerle como ejemplo a todos. Eléctrico, rápido, generoso en el esfuerzo, obediente. Jugador perfecto. Si yo le decía a Miki "¿Ves ese muro? Túmbalo". Y Miki, lo tumbaba, sin preguntas. Es de esta manera como se consiguen las cosas. Actualmente retirado.
  8. Pablo Navarro. Vago pero listo. Lento pero astuto. Poseedor de un waterpolo de mucho nivel en sus manos. Sin dudas hubiese sido de seguir el mejor jugador de todos. Nos dio mucho pero nos hubiese podido dar mucho más en un futuro. Pablo era la eterna sonrisa tanto en los momentos positivos como en los menos. Retirado jugando pachangas de fútbito.
  9. Antonio Moya. Un auténtico crack. La alegría y el desparpajo en su plenitud. Nos abandonó hace tres año al volver sus padres a vivir a Málaga (donde juega actualmente). Digamos que Antonio era yo jugando cuando era joven. Una copia mejorada, bastante más. Me dolió mucho su marcha. De haber seguido con nosotros, la posición cuatro era suya y sólo suya.
  10. Simón Bueno. El Kaiser del equipo. Duro, muy duro. El terror de todos los boyas. Férreo y siempre cumplidor. De haber sido 10 cms más grande y no gustarle tanto estudiar (Medicina), hubiese sido un jugador formidable. Nos abandonó este año para irse a estudiar a Castellón.
  11. Yago Bofill. La perla. Siempre al máximo acortando el tiempo de llegada a la meta. Tiene fe ciega en sus posibilidades. El futuro le espera con los brazos abiertos. Actualmente jugador del primer equipo.
  12. Leo García. Genio y figura. Dotado de una fuerza y un lanzamiento colosal. "El Gordito" es único. Lamenté mucho su marcha.
  13. Nando Valdivielso. Lleva el ADN de la portería en sus venas. Inocente e inmaduro todavía pero bajos los palos parece la reencarnación del gran Jesús. Lo digo yo y también lo dijo en su día Toto cuando estuvo de ayudante con las categorías inferiores, cuando lo vio en la territorial de Málaga. Juega en el primer equipo.
  14. Juan García. Confiado en sus posiblidades. Chulito pero sensato. Trabaja duro para que llegue su gran momento. Actualmente en el primer equipo.
  15. Álex Bueno. Disputó durante muchos años ser el segundo portero con Nando. Siempre positivo al servicio del equipo. Se le echa mucho de menos, a él y a sus chistes. Clave en la medalla de bronce en el Infantil de Madrid. Retirado.
  16. Jorge Albarrán. Gran persona y con unas ganas locas de seguir aprendiendo cada día. Está llegando su momento. Juega en el B.
  17. David García. El gran Andy Warhol dijo en su día que todo ser humano debía tener 15 minutos de fama en la vida. David (Titas para nosotros), sólo necesitó de siete segundos para ello. En la Final de cadete de Madrid, un gol suyo ante la Barceloneta nos llevó a las mismas semifinales. Sólo jugó esos segundos en ese partido pero la jugada clave fue diseñada única y exclusivamente para él. Grande Titas! Juega en el B.
  18. Manolo Larios. Le seguimos esperando con ganas. Si quiere, puede. Ánimo. Juega en el B.
  19. David Gutiérrez. Un jugador diferente que nos aporta frescura y optimismo al grupo. Juega en el B.
  Sin olvidarme a Almagro, Piera, Joaquín o Pepe, que día a día trabajan duramente y me llenan de ilusión renovada. Juegan en el B. Y no puedo olvidarme de aquellos que me dieron algunos buenos años al principio de los inicios como, Charli, Bernabeú, Lorenzo, Carlos, Mofletes, Martín, Álex, Darío, Sergio y Navarro. Creo no olvidarme a ninguno pero si así fuese, perdonadme.

Siempre os llevaré en el corazón.

  Y no, no me voy a olvidar de alguien muy especial para mi, mi delegado, Valentín Bueno. Sólo saben él y mi querido presi, Ignacio Furió, lo que hemos pasado para llegar hasta aquí. Sabía en todo momento que decirme cuando las cosas no iban del todo bien durante los partidos. Gracias por todo, Valentín, gracias. Eres el más grande. Del primer partido juntos donde hiciste una pequeña estadística, hasta las últimas que eran más sofisticadas que las que emplean en la Nasa.

  Tengo muchos sueños para cumplir en este mundo del waterpolo. Unos los cumpliré y otros seguramente no, por eso son sueños. Quizás algún día llegue a entrenar a jugadores del estilo de Udovicic, Tempesti o Guillermo Molina, quizás. Quizás algún día pueda entrenar en Italia, quizás. Quizás algún día entrene a alguna selección que participe en una Olimpiada, quizás. Pero de lo que estoy realmente seguro que voy a hacer, es cumplir mi gran sueño, muy por encima de los anteriores. Volveré a coger una generación de chavales de 9-10-11 años y los entrenaré durante un largo tiempo. Quiero verles crecer y poder volver a comprobar como es la inocencia de un niño. Mis chavales creyeron en todo momento en mi, nunca dudaron ni un ápice. Me lo dieron todo. Por ello estaré eternamente agradecido. Por desgracia y como ocurre siempre en la vida, el tiempo pasa muy rápido y esos chavales ya no me necesitan tanto....y es normal.

  No se cuando podré volver a coger una generación así, desde cero. Antes de ello, necesito cumplir una serie de pasos para luego poder embarcarme en una tarea tan especial como de gran responsabilidad.

  Para acabar, me gustaría hacer un inciso constructivo a muchos entrenadores. Hay muchos que directamente han pasado a ser primer entrenador de diversos equipos, sin antes pasar por abajo del todo, por lo benjamines. Yo he tenido la suerte de pasar por todas las categorías que existen, desde los niños de nueve años hasta la División de Honor Nacional. Si podéis entrenar a pequeños, hacedlo. No tiene precio. Te lo dan todo a cambio de nada. Ojalá el mundo de Peter Pan fuese real.

  Os dejo el link de un video que refleja al máximo la solidaridad y compañerismo que tuvo durante siempre el equipo que entrené. Es esa(cogedlo como simil. Evidentemente no son ellos,jeje) solidaridad la que intento inculcar en mis equipos. http://www.youtube.com/watch?v=cb_tmnliVzo  El video (poned el audio) me lo descubrió Chus Martín (Barceloneta). Gracias Chus. Sin duda, es un gran técnico y mejor persona aún.

  El resultado NUNCA es lo primero (la faena del recortador sale mal ¿y qué? No importa. Importa la persona), no os engañéis. El respeto, la humildad y la solidaridad entre compañeros está por encima de todo. Trabajando duro y uniendo estos valores, los resultados ya llegarán. Paciencia.

Pd; dedicado este post a mis niños (no tan niños ya, pero para mi siempre serán unos pitufitos). También a Yerai Quintana (Metropole).

Pd II; este equipazo tuvo un antecesor que fue quien me dio el primer impulso para probar la aventura de entrenador. No sería honesto si no lo mencionara. Disfruté mucho en mi año en Poble Nou. Y al igual que en Valencia, todos los sábados que podíamos, hacíamos entrenamientos extras. Sólo pude estar un año con ellos pero gracias de todos modos.


Generación del 89 Poble Nou.
 Dedicado también a ellos; Pablo, Romaní, Pau, Albert, Oscar, Didac y Jordi. Y a Joan Pérez (Martorell femenino).