viernes, 25 de octubre de 2013

Tercera jornada de liga y un poco de Alex de La Torre.

  Seré breve en relación a nuestro tercer envite de liga. El rival un recién ascendido aunque posiblemente el equipo más histórico de Francia, El Racing de París. Si sales de noche por la puerta principal de su piscina, podrás observar a escasos ochocientos metros la maravillosa y brillante Torre Eiffiel iluminada. Ha sido recordar en estas líneas la hermosura de París y he sentido nostalgia. Vivimos momentos muy bonitos en familia que recordaremos eternamente.

  Y mientras conservamos esos recuerdos, nuestro trabajo deberá ser llevarnos los tres puntos sin tanta tensión y dramatismo como ante Charenton. Racing a día de hoy de glorioso sólo tiene el pasado y los políticos de renombre que suelen pasearse por sus singulares piscinas, porque sin duda se trata del rival más débil de la categoría aunque en el deporte todo debe jugarse. El partido me servirá para seguir rotando entre los 20 jugadores que tengo en plantilla y poder dejar fuera a tres de los importantes, entre ellos, Arnaud Barriere, máximo goleador del encuentro pasado con cuatro goles. De hecho, excepto uno de mis jugadores que aún no ha podido debutar por problemas de licencias, con estos tres primeros partidos de liga ya habrán debutado los otros 19 jugadores. Bravo por ellos. Así que la victoria se presenta obligada y la experiencia me dice, que a veces en estos partidos te acabas liando más de lo que se aconseja. 

  Por otro lado y el lunes o martes incidiré sobre ello aunque con retraso, vaya duelos Primorje-Szolnoki y Recco-Red Star de Euroleague. ¡Madre mía! Y son para entrar en la fase buena de grupos donde ya está la Barceloneta. Vaticino pase cómodo de Recco y algo más sufrido la de mi amigo Xavi García. Y en Euro Cup encontramos a cuatro equipos franceses en plena faena. Y de los cuatro, Sète, el equipo de menor potencial francés, en el grupo más asequible en la Valeta, Malta. 

  Acabo con un grande, Alex de La Torre. Pocos o nadie lo conocerá pero si alguno confía o ha confiado alguna vez en mis dotes de entrenador, que me crea cuando os digo que en mi vida he visto un jugador con tanto potencial como él. Un auténtico animal de la naturaleza capaz de tirar auténticos thomahaws a 200 km/h. Desgraciadamente Alex nació en la peor comunidad española para hacer waterpolo, la de la Com.Valenciana. En un equipo que tiene una piscina donde en una mitad el agua te llega por la cadera, y que su cabeza y la de sus padres no estaba para dedicarse de pleno a este deporte. Empezó además tarde a practicar este deporte, y cuando yo lo descubrí al poco de estar en Valencia y ocuparme de los chavales, lo fui inmediatamente a buscar a Godella, su club. Disfrutamos todo de dos años increíbles y para el recuerdo unas semifinales juveniles de una preliminar del Campeonato de España, disputadas en Bilbao, y donde nos tocó en las mismas una bestia llamada Mataró, posiblemente el mejor equipo del 90 (como los catalanes decían y no entendían su cuarto puesto en liga) de la liga catalana. Dirigidos por Dorin Costras y Beto Fernández, tenían al mejor portero de la edad, Mario LLoret y al mejor boya y jugador de la liga con diferencia, Alex Codina. Seguro que con estos datos el que sabe y entiende dará importancia al logro. Ellos eran en su mayoría del 90. Nosotros sólo teníamos a uno, a Alex, pero este valía por diez Codinas y veinte Lloret. El resultado final (en uno de los tres partidos en tierras españolas que yo siempre recordaré para siempre) 10-9 victoria para nosotros con remontada incluida. Esta bestia espartana llamada De La Torre les metió cinco zambombazos que aún retumban en las paredes de Askartza. La grada entregada a cuerpo y alma a De La Torre, no paraba de cantarle "Alex, selección, Alex, selección". Lo que muchos no saben es que la noche de antes a ese increíble partido, Alex como bebé que necesita a su madre, llamó a sus padres a casa para que lo fueran a recoger y no disputar el partido. ¿Por qué? Porque le di una charla de cinco minutos donde le dije que no había conseguido aún nada en el waterpolo y que no podía ir de sobrado y faltando el respeto a los rivales (cosa que sólo hizo una vez y un segundo pero que era suficiente para apretarles las tuercas, ya que yo tenía claro que a Mataró, sólo se le podía ganar en un partido de un millón jugados....y el equipo necesitaba que la furia despertase). Y vaya si despertó....

  Escribo esto de De La Torre porque es la típica historia de alguien que podría haber sido todo y no quiso serlo. Espero con esta breve historia que sirva de ejemplo para muchos con un futuro brillante por delante pero que deben darlo todo en cada segundo de su vida. Y lo mejor, Alex me llamó el otro día (me llama Sensei, jeje) ya que según él no me encontraba por ningún lado y llevaba tiempo detrás de mi. Me citó para vernos en Navidades y recordar viejos tiempos, y que también se apuntaran Jimmy o Pablete. Me alegra una vez más, tener tan buen feeling con la gente que he trabajado con anterioridad (ya no debe hacerme la pelota para jugar, jeje) y haberles dejado huella, porque ya os aseguro que a mi me han dejado (la huella) y mucha. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

A.R.Concepción-Ciudad Lineal. Algo más que en un equipo.

  Este maravilloso equipo madrileño de la Concepción, "La Concha", se merecía un reconocimiento mío desde aquel ya lejano 25 de abril de 2.009 cuando se quedó momentáneamente (luego lograría el ascenso a Primera División en la promoción contra el desaparecido C.N.Manresa) a las puertas el cielo, al finalizar la liga sólo un punto por detrás del flamante campeón, el Wp. Turia de Valencia. Digo se merecía pero no que tuviera que hacerla ya que por entonces no existía ni estaba en mente este blog, que desde su inauguración hará casi ya tres años se ha convertido gracias a su excelente calidad informativa, en el blog waterpolístico nacional más seguido (no os imagináis lo que me río cuando pongo estas cosas, jeje). Así que tenía la excusa perfecta para no hacerles ninguna entrada pero que ahora ya no puede ni debe esperar. Valga por delante y ya dejé constancia en anteriores entradas que soy un admirador ferviente de ese club, pero especialmente de ese grupo apasionado y enamorado de este maravilloso deporte, llamado balonmano del agua. 

Fieles a una idea. Competitivos al máximo. Amor a nuestro deporte.

  Mi reconocimiento viene desde aquella trepidante temporada 2.008/09 en la Segunda División Nacional que nunca podré olvidar, y que desde este mismo instante voy a recordar en palabras y que seguro hará que más de uno también vuelva por instantes al pasado. Un pasado clave para comprender el presente y como se ha llegado hasta él (aunque luego por errores humanos se tirara gran parte o todo del trabajo al mar. No es el caso de este equipo). 

  Para hacer esta entrada he vuelto a revivir con datos, fichas de partido y recuerdos, aquella sesión deportiva. Posiblemente de entre todas las ligas nacionales, masculinas y femeninas disputadas en la última década, aquella temporada 2.008/09 en la Segunda División haya sido la más bonita, exigente, con más calidad (aquí incido sólo en esta categoría ya que en División de Honor evidentemente siempre hay más calidad, pero no en la Primera de ese mismo año), incierta, y sobre todo, con más suspense hasta el final que una película del gran maestro de este género cinematográfico,  Alfred Hitchcock. Y digo posiblemente aunque con los datos en la mano casi pueda casi asegurarlo al 100%. Para esa temporada el Montjuic (división de honor hasta hace un año y habiendo renunciado por la economía) era el claro favorito para no solo ganar la liga, si no para arrasarla por completo. Un año antes sorpresivamente "permitió" que el Catalunya (hoy división de honor) le arrebatara la liga, a pesar de haber hecho un esfuerzo económico brutal trayendo hasta casi 13 jugadores profesionales. En un segundo escalón podríamos situar a un experimentado Premià con la referencia brutal de su gran boya, Salvatierra, y a una Concepción (división de honor actualmente) que yo no conocía pero que los grandes entendidos en ese momento la situaban como claro aspirante a la liga, junto al Montjuic. Omito en este escalón al Turia (fue segundo en Primera División un año después y recogió el testigo en la máxima por la renuncia del Martianez canario) porque todo el mundo lo situaba (aún me río) en puestos de descenso. Si el Montjuic era un equipazo hecho a base de talonario de muchísima calidad y con grandes destellos individuales, el Premià tenía al mejor jugador de la liga con diferencia, Salvatierra, y dos grandísimos lanzadores como Díaz y Schnizler, y el Turia tenía un sistema físico y directo muy difícil de defender, la "Concha" tenía con diferencia el mejor bloque. Un sistema de juego serio y muy rigoroso. Posiblemente poco vistoso y atractivo para el espectador, pero contundentemente efectivo. Siempre destaque a mis chavales que nuestro rival madrileño tenía automatizado todos y cada uno de los conceptos del juego. Nunca se salían del guion, asumiendo que en la fuerza del bloque estaba la clave del éxito, y que esta unión y esfuerzo colectivo les permitía esconder los defectos, que como todo el mundo, también tenían. Por supuesto que en aquel colectivo sobresalían jugadores de un gran nivel como Aller, Martínez (ha vuelto otra vez después de haber dado descanso a su metralleta un par de años), Santaella (en su segunda juventud) o Hernández. No puedo olvidar al gran artífice para mi de esa gran idea y modelo de juego, a Alberto Jimenez, entrenador por entonces y fiel defensor de aquella idea de juego, que sus hombres tan bien llevaban a la práctica. 

  Aquella liga se decidió justamente en las últimas dos jornadas de liga donde los cuatro equipos dependían exclusivamente de ellos mismos (¡¡separados sólo por un punto!!), ya que nos debíamos enfrentar todos contra todos. El final de la película es de sobra conocidos para todos y el tiempo dio a aquellos equipos la oportunidad de llegar hasta arriba de todos, excepto al Premià, que ha encontrado algo mejor, un entrenador como la copa de un pino, Salvatierra, y un proyecto para con el trabajo de lo jóvenes espectacular. 

Ascenso a División de Honor.

  Hoy, cinco años más tarde, la Concepción está entre los mejores del país gracias a su espectacular título de liga conseguido la temporada pasada, pero sobre todo a un trabajo espectacular de muchos años atrás. Conservan el 90% de aquel bloque que tanto me maravilló hace no mucho tiempo (y siguen haciéndolo). Descubrí en aquel grupo de jugadores un amor y pasión por este deporte difícil de encontrar en otros lugares. Me confirmaron que el grupo humano, la cohesión y la defensa a ultranza de una idea, "la idea", jamás se discutía fuese la que fuese. Yo viví lo mismo paralelamente con mis chavales en Valencia. Y de ahí que ganar esa liga delante de ellos tuviese tanto valor. En ese año y el siguiente donde compartimos cartel en la Primera División, nunca perdimos ante ellos. Les ganamos los dos partidos en Primera. Pero de los dos partidos en segunda los cuales se saldaron con sendos empates, puedo decir que nunca los olvidaré pero más que por el resultado en sí, por la forma en como se produjeron. Ahí se decidió la liga. Estoy seguro que Alfredo Aller, un jugador al que admiro por su locura para con el waterpolo, tampoco podrá olvidar ninguna de aquellos dos partidos. Partidos de muchas alternancias típicas de una segunda categoría y sin esa calidad para cerrar los encuentros, y donde cualquiera hubiese podido ganarlos por un gol de diferencia. Ahora puedo afirmar que aquellos dos partidos los mereció ganar la Concepción más que nosotros, ya que durante la mayor parte de ambos encuentros, hizo un poco más, y en ambos fuimos nosotros quienes empatamos al final (después de un tiempo muerto que pedimos y que salió redondo), sobre todo en el partido de ida donde mi añorado Juanjo Sanz, les empató de vaselina en el último segundo de partido y en su piscina. ¡Increíble!. Por no olvidar con empate a 11 en Valencia, tuvimos un tiempo muerto (otro, jaja, ¡cómo temblaban los corazones madrileños! jaja) para nosotros a pocos segundos para el final y que no me digáis como, pero acabó con un lanzamiento para ellos de Daín Martínez desde medio campo al lado de la pared y que acabó tocando el palo. Fue ese último empate a dos jornadas del final (luego jugábamos con Montjuic y Premià. Ellos con Premià) que nos dio la diferencia para ganar la liga al final. Un final no apto para cardíacos. 

  El sábado en su primer partido en el Olimpo de los Dioses consiguieron su primer punto ante Sant Andreu. Ellos son conscientes que han llegado en el mejor momento de la historia de la liga de División de Honor para poder disfrutarla. La crisis invita a ellos. Y ese primer punto os aseguro que no será el último. No creo que ellos sean los que desciendan de categoría al final de temporada. Creo que sé quienes serán lo "afortunados". También tienen claro que a pesar de llegar en el momento perfecto, el mismo no estará exento de dificultades y peligros, y que cuando empiecen a recibir (pero no serán tantas) algunas goleadas se podrán replantear cosas, pero ahora ha llegado el momento, su momento, para disfrutar y recoger lo que un grupo de amantes y apasionados por el waterpolo, sin igual, sembraron hace tiempo. 

  Larga vida para este equipo de ensueño. 

Pd: Os admiro. Y de entre todos ellos, amigo Alfredo, estás el primero.

Pd II: Un deportista de élite merece tener su recompensa. No sólo deportiva. ¿Seguís pagando por jugar con los grandes?  

domingo, 18 de agosto de 2013

Omar "The Mexican" Montiel.

  
  Pocos mexicanos pueden presumir de haber conquistado España como lo ha conseguido mi estimado amigo, Omar. Sin lugar a dudas este mexicano es todo un personaje. Omar se ha caracterizado toda su vida por ser un gran seductor (de equipos y entrenadores, jeje), y por poseer dos grandes cualidades; la insistencia y el don de la palabra. Después de un largo periplo por tierras ibéricas (si mal no recuerdo llegó a España por el año 96/97) ha tenido que hacer las maletas a principios de junio, para volver con su hermosa familia a casa e iniciar allí un nuevo proyecto waterpolístico. 

Uno de los grandes. Se te echará mucho de menos. (Foto gentileza de la gran Pilar Silvestre).

  Omar junto a un nutrido grupo de acaudalados (menos él) compatriotas aterrizaron en Poble Nou con el fin de encontrar acomodo para poder afrontar una nueva etapa como jugadores de élite. Creo que ninguno consiguió su propósito pero Omar, creyente como pocos en su fe y calidad, empezó a llamar a todas las puertas posibles. Y es en ese punto donde yo lo conocí. Fue en Horta, donde yo me inicié como jugador y donde tuve la inmensa fortuna de conocerle. "The Mexican" es de esas personas que sólo necesitan cinco minutos para caer bien a todo el mundo. Es más, normalmente todo el mundo por muy bien que caiga a la mayoría, siempre tiene a uno o dos (o muchos, jeje) a los que no cae bien, pero Omar es de esas personas que los tiene a todos de su parte. Hombre carismático donde los haya y muy meloso (tipo sudamericano) en su habla. Como persona es un diez auténtico. 

  Como portero a pesar de su inmensa calidad bajo los palos, nunca ha tenido la fortuna de cara. Omar posiblemente haya sido el jugador extranjero/nacional que más clubes ha tenido en su curriculum. De hecho ha salido a club por año y eso nunca puede ser muy positivo. Le costó encontrar a un entrenador que confiara 100% en él y esa falta de "afecto" le obligó a visitar a numerosos clubes españoles. En uno de ellos, la Barceloneta, le dio un título de liga si no me equivoco. En su último año en activo, en el Montjuic, por fin consiguió lo que tantos años antes había intentado lograr, el primer puesto como portero de un equipo de división de honor. Y lo hizo como no cabía esperar de otra manera, excelente. De hecho, recuerdo en la Copa del Rey disputada en St. Andreu donde el Sabadell consiguió el título, en el partido de cuartos ante Mataró y a pesar de la derrota de su equipo, cuajar un partido portentoso llegando a atajar cinco contraataques e innumerables lanzamientos del rival. Creo que ese partido lo recordará toda su vida porque le vi disfrutar como nunca antes le había visto. Ese día me sentí muy feliz por él ya que tengo muy claro lo mucho que trabajó para llegar hasta ahí. Omar, a pesar de "deambular" año tras año de aquí para allí, siempre fue un trabajador serio y muy sacrificado para con nuestro deporte. Desgraciadamente todo el tiempo que pasó hasta conseguir su oportunidad, se evaporó velozmente gracias a otra "maravillosa" gestión de los "inteligentes directivos" de turno, y su equipo cayó a los infiernos del no retorno. 

Su nueva vida. Será el mejor embajador del mundo para el waterpolo. (Joan, ¿no te quejarás de la promoción que te estoy haciendo en el blog, eh? jeje).

  Siempre le he dicho más de una vez a Omaita que su calidad era inmensa y sólo su falta de confianza (en mi opinión) en si mismo y la falta de la misma de sus entrenadores, no le han permitido llegar hasta donde él debería haber llegado. "The Mexican" ha sido un personaje muy querido por todo el waterpolo español y ahora, una vez de vuelta a sus orígenes, a México, junto a un grupo de enamorados de la pelota amarilla, le está dando forma a un proyecto muy bonito y maravilloso. Este año no pudo ser como ya te expliqué, pero si me vuelves a invitar a vuestro clinic, ahí estaré. 

  Con Omar tengo muy buena anécdotas e historias juntos, ya que coincidimos de nuevo en Valencia hará ya más de once años, y os aseguro que tenerle como compañero y amigo no tiene precio. Sin lugar a dudas es uno de los grandes en todos los sentidos. 

  El futuro te reservará un gran lugar en el mundo del waterpolo. No te mereces menos. 

Pd: Omaita, lo prometido en su día ya está saldado. Hasta pronto, amigo. 

viernes, 31 de mayo de 2013

Cambio de coordenadas. En busca del Santo Grial. Saint-Jean-D´Angély.


  Yean de la Bruyére dijo en su día que Sólo hay un camino para llegar y mil para alejarse. Nunca una verdad estaba tan bien descrita. Siempre he dicho que sé a dónde quiero llegar y también tengo muy asumido que mi camino será largo y farragoso. Deberé recorrer montañas, desiertos, mares y ríos, con el único fin de encontrar al Santo Grial. Y en una vida tan corta como la nuestra cualquier paso en falso puede llevarte por el sendero equivocado, y hacerte perder un tiempo que jamás se podrá recuperar, y con ello la mayor de las decepciones que no es otra que no poder luchar por tus sueños. No hace falta decir que el máximo sueño de un deportista es llegar algún día a los ............. y ¡¡ganarlos!!
 
  Sólo la dificultad máxima para conseguir la meta dará esplendor y éxito a la misma. Y es en ese objetivo por la que uno debe trabajar y dejarse la vida. Y es aquí donde mi familia ha decidido dar un paso muy importante cambiando de destino radicalmente. Dejamos la esplendorosa gran urbe parisina por un tranquilo y apacible pueblo de poco más de ocho mil habitantes. Abandonamos un equipo que va a jugar la competición europea el año próximo, por un equipo de una categoría inferior y que los dos últimos años lo ha pasado francamente mal, quedando en la séptima y octava posición (de doce equipos) en su liga. ¿Quién puede llegar a comprender realmente eso, no?
 
  Desde siempre he deseado dar con el proyecto adecuado. No con un proyecto cualquiera, si no con El proyecto. Durante todo este año mi familia y yo hemos barajado muchas opciones. Desde volver a casa, a seguir en Noisy, a cruzar el "charco", etc. Y cuando lo fácil era seguir donde hemos estado muy bien, hemos decidido mirar un poco más allá.
 
  Estamos muy felices con nuestro nuevo destino. Antes de jugar la final por la plaza de Europa, nos invitaron a Saint-Jean-D´Angély para conocer aquello y mostrarnos el proyecto que tenían en mente. Desde el primer momento nos encandilaron tanto a nivel deportivo como humano. Y de esto último de una manera excepcional. Su proyecto deportivo es como si yo lo hubiese escrito para mi. ¡Increíble! De las muchas cosas que me encantó del club aparte de sus instalaciones o que el pueblo esté volcado con el equipo, es que es un club histórico con varios subcampeonatos y terceros puestos en Francia, a finales de los 90´s, incluyendo participaciones en Europa como demuestra la confrontación contra el C.N.Catalunya en la Copa de Europa del 97. Es un club que quiere volver por sus orígenes y que su primera parte del proyecto es ascender en tres años. ¡Eso está hecho!. Y con la segunda parte de consolidarlo en la élite para luego dar el do de pecho con la tercera y última entrega. ¡Me encanta!. Sin olvidar que es un club donde por estatutos los entrenadores de natación deben preparar a los más pequeños, para entrar con las mejores condiciones en la escuela de waterpolo, jaja. ¿He dicho que me encanta? Sin olvidar poder marcar y dirigir una línea para todos los equipos de la escuela.
 
  Soy consciente que quizás para algunos este decisión pueda ser un poco decepcionante, porque quizás pensaban como algunos que me han enviado varios sms, que me iría a equipos top como Marsella, Recco, Partizan o Sabadell, jaja. Lo siento, amigos, eso tendrá que esperar y durante mucho tiempo (y no porque no me vea capacitado y confiado para coger semejantes riendas aunque luego lo pudiera hacer de pena, jeje) porque entre otras cosas, aún no me he ganado una oportunidad así. De hecho, creo que aún no he caminado lo suficiente para que me llegue una propuesta de esa índole. Lo que sí sé y no tengo dudas de ello, es que sigo por el camino correcto.
 
  Para los que se preocupan también y con razón, de mi maravillosa mujer, sólo os digo que no os preocupéis. Venir a Francia le ha dado una oportunidad de futuro que ninguno de los dos sabíamos que podría existir. Y no os imagináis cuanto me alegro. Su futuro es más internacional que el mío, jaja. Pero eso es otra historia que ya os contará ella en su blog.
 
  Gracias mil a mi nuevo club por confiar, valorar, y creer tanto en mi. No os fallaré.
 
  Francia, tiembla, Saint -Jean-D´Angély, va a resurgir de sus cenizas como el Fénix.
 
Pd; No vengo solo....tres guerreros espartanos españoles me acompañarán en la aventura. Pero serán ellos quienes den la exclusiva durante unos días hasta que yo lo publique. Dar noticias maravillosas es muy bonito y ese momento es para ellos.

Pd II; Por supuesto que cuando Noisy juegue la Copa Len sentiré un poco de morriña, pero será de la buena y orgulloso que esos cracks la puedan disfrutar. Se lo merecen.

Pd III; Casualidades de la vida pero esta es mi entrada 200 en el blog. No se merecía un destino menor, jeje.

 

viernes, 10 de mayo de 2013

Carta de despedida de Luis Romero.

  No hace falta que presente a este buen hombre, Don Luis Romero, ya que a pesar de haber estado estos últimos años entrenando "sólo" a pequeñajos (los cracks del futuro) en el Medi y en CNB, es de sobra conocido en toda Barcelona y cercanías (incluyo como estas últimas a todas las provincias españolas, jeje). Solo decir que Luis es un fenómeno social que allá por donde va deja cantidad de amigos, además de padres y jugadores contentísimos con su trabajo. No me enrollo más. Es su tiempo y su momento.
 
 
                                                               CARTA DE DESPEDIDA
 
 
Mientras abrazo al último de mis jugadores entre lágrimas me doy cuenta de que es real, no quería asumir que este momento podría llegar  en el momento menos pensado y así es como ha sucedido.
 
Tras 7 años como entrenador hoy me dirijo a vosotros para comunicaros que debo dejarlo al menos por el momento, motivos laborales y personales me han llevado a tomar la que posiblemente haya sido una de las  decisiones más duras que he tenido que tomar en mi vida, pero no tengo derecho a quejarme vuelvo a casa con mi familia y amigos
 
 Este deporte me lo ha dado todo, a nivel deportivo como personal y me ha ayudado a crecer y a superarme desde que era pequeño , no puedo todavía asumir que va a terminar , es realmente duro , para mi el Waterpolo ha sido y es mi vida , me lo ha dado todo ; momentos malos , momentos maravillosos , amigos increíbles que conservo desde que soy pequeño y toda la gente increíble que he conocido durante mi estancia en Barcelona
 
 Puedo asegurar que después de haber tenido la suerte de entrenar a diferentes categorías puedo asegurar que, entrenar  a los más pequeños (Benjamines y  Alevines) es una experiencia absolutamente enriquecedora y gratificante, lo dan absolutamente todo. y puede que a lo mejor vayas a la piscina habiendo tenido un día horrible , y una sola sonrisa de ellos te hace  sentir bien de nuevo y recuperar las ganas y la ilusión de transmitirles toda la pasión que tengo por el Waterpolo .
 
 Quiero agradecer  al Olivar mi club de toda la vida ,  Club Esportiu Meditarrani , CE Picornell ( sois muy grandes ), AESE  y por supuesto  al CNB , gracias de corazón ,entrenadores , árbitros ,amigos   a toda mi familia  ,  a todos los jugadores / jugadoras que he tenido la suerte de entrenar , solo un mensaje , soy muy afortunado por haber podido trabajar con vosotros  , no cambiéis nunca y seguir amando este deporte y todos los valores que os puede aportar  , yo jamás olvidaré todo lo que me habéis dado durante todos estos años ,
 
 Para finalizar dirigirme a los chicos del CNB , , como ya os dije sois muy grandes , sois un grupo espectacular , he disfrutado tanto en tan poco tiempo y eso es gracias a vosotros , no os olvidaré , seguir trabajando con la misma ilusión y las mismas ganas llegareis muy lejos ,  os quiero un montón .
 
El waterpolo español si sobrevive, va a ser gracias a "frikis" como él.
 
 
  Todos sabemos que el Waterpolo está en un momento complicado pero la fe mueve montañas , he visto clubs donde solo con ilusión , altruismo y generosidad han conseguido lo impensable , solo pediros a todos aquellos que lucháis cada día para que se valore nuestro deporte  que no perdáis nunca la ilusión y por supuesto desearos lo mejor
 
Un abrazo enorme a todos.
 
Luis Romero.
 


viernes, 19 de abril de 2013

Dedicado a Rubén. Por Miguel Ortíz

 
  Perdonadme la osadía de publicar una entrada que sólo hable de mi. Pero la realidad es que no podía negarme a no hacerlo. Mi familia, mis amigos y la gente que sigue fielmente este blog, saben de sobra que a mi lo que me llena de vida es hablar de los demás, de sus grandes virtudes y de lo mucho que nos dan a este bello y hermoso deporte, llamado waterpolo. Además no respetaría ni el deseo (que cuelgue su entrada en este blog) ni el trabajo de un gran profesional del periodismo valenciano como Miguel Ortíz. Miguel es un periodista muy conocido en la ciudad de Valencia y cuenta con una gran experiencia profesional detrás. Miguel trabajó con nosotros tres años como jefe del gabinete de prensa del club, y difundió como nunca nuestro deporte por la ciudad. No he visto en toda mi vida a nadie en el mundo del deporte escribir mejor que él. Sus crónicas de los partidos eran poesía en movimiento. Tanto que guardo absolutamente todas las mismas en una carpeta de mi ordenador. Ojalá algún día aprenda a escribir una décima parte de lo bien que lo hace él.
  Creo que la última vez que vi a Miguel fue hace casi tres años pero cuando sucedió lo que sucedió en el mes de junio pasado, la primera llamada que recibí fue la de él para saber de primera mano si aquello era real o una broma pesada, como él mismo me decía. Y ahora, meses después he recibido un e-mail suyo que me decía Te lo mereces. No voy a negar que cuando lo leí se me saltaron las lágrimas. Hay veces que es muy bueno que alguien que no sea la familia, tus mejores amigos e incluso varios de tus jugadores, te recuerde que alguna vez hiciste cosas buenas. y por qué no, también para recordarles a otros algunas cosas. Este maravilloso escrito de Miguel me ha llevado a recordar un hermoso pasado.
  Miguel, muchísimas gracias de todo corazón. No te imaginas como mi familia y yo,te agradecemos enormemente esta dedicatoria. Con tu permiso me gustaría también dedicar este escrito a todos los jugadores que un día creyeron en mi y en el proyecto, porque sin su esfuerzo titánico no hubiesen existido resultados, y sin ellos, estas líneas.
Pd; Ojalá se cumpla tu profecía, jeje.
Os dejo la entrada hecha por Miguel.
 
                           UNA SALIDA MUY INJUSTA PARA EL ETERNO NUEVE.
 
 Gran entrenador, mejor persona. Y ha salido de ‘su’ casa, de ‘su’ club por la puerta de atrás cuando tenía que haberlo hecho a hombros y por la puerta grande, como los toreros. No es otro que Rubén Darío Rodríguez Romeo, un crack que cuando se sienta en el banquillo se transforma y que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. En la temporada 2006/2007 tuve el honor de entrar a formar parte de la familia del Club Waterpolo Valencia. Su presidente en aquel entonces, Vicente Vidallach depositó la confianza en mí para llevar el gabinete de prensa de la entidad de Nazaret.
   Fue entonces cuando me percaté de donde me había metido. Tenía personajes a mi lado de la talla de los míticos Joan Jané o Salvador el ‘Chava’ Gómez, entre otros. Era como un sueño tenerlos a mi lado y, lo más importante, trabajar para ellos. Y fue en aquel entonces cuando le conocí a él, que había llegado de su tierra natal, Barcelona, cinco años antes. No era indiscutible en aquella plantilla pero nadaba como el que más tanto fuera como dentro del agua. En su gorro lucía el número nueve que estoy convencido que lo llevará grabado a fuego en su memoria.
   Poquito a poco me fui adentrando en ese vestuario y haciendo migas con más de uno. Rubén era, es y será siempre un tipo cercano, está a las duras y a las maduras, era el típico jugador de club, de los que suman, de los que reman, de los que valen, de los que siempre están cuando los necesitas. Cuando Joan Jané le daba su oportunidad parecía que nadaba por encima del agua de la velocidad que cogía y como le gustaban las medias vaselinas al palo largo.
  En aquella mítica campaña recuerdo que nos clasificamos para la Copa del Rey y el Atlético Barceloneta pasó por encima de un Club Waterpolo Valencia mermado por las bajas. Una de ellas, la de Rubén Darío Rodríguez, que el fin de semana anterior sufrió una agresión en la injustísima derrota contra el Terrasa y le partieron dos piezas dentales. En cuanto me vio aparecer el número nueve por la competición del ko vino directamente a saludarme, tenía la cara hecha un mapa. Son gestos que demuestran la clase de persona que tenía junto a mí.
   Aquel curso deportivo acabó con el dramático descenso del Club Waterpolo Valencia por problemas económicos. Y ahí es cuando emergió más que nunca la figura de Rubén Darío Rodríguez Romeo que tomó las riendas del equipo que pasó a llamarse Club Waterpolo Turia con Ignacio Furió como máximo directivo. Rubén, pasó a ostentar el cargo de entrenador-jugador y director técnico de la entidad. En definitiva, todos los estamentos deportivos del equipo pasaban por sus manos.
  Él ya me lo anunció cuando comenzó la temporada. Recuerdo sus palabras. “Miguel, vamos a luchar por la permanencia en Primera División pero será complicado, el equipo es completamente nuevo, con gente de la casa en su mayoría cadetes y juveniles, pero lo vamos a intentar hasta el último minuto”, comentaba con rotundidad. Rubén Darío Rodríguez dirigía a los suyos desde dentro del agua y desde fuera, era un auténtico espectáculo. En la campaña 2007/2008, el conjunto de Nazaret solo ganó un partido, contra el Universidad de Barcelona, “uno de los equipos con mayor talento de la Liga pero muy irregular, hoy podemos conseguir nuestra primera victoria”, decía minutos antes de iniciarse el choque.
  El entrenador-jugador armó el brazo desde el arco cuando el partido agonizaba y marcó el gol de la victoria por la escuadra en el último segundo. La piscina se vino literalmente abajo. El grito de rabia, alegría y euforia de Rubén se escuchó desde su Catalunya natal.
  La segunda parte de la temporada dejó de tener protagonismo en el agua cuando el vestuario era consciente que las opciones de permanencia eran mínimas o nulas, y es que las matemáticas no engañan. El míster en ese instante decidió tomar la decisión más importante de su vida a nivel deportivo y con lágrimas en los ojos me dijo “Pude haberme ido como todos los demás para seguir jugando al máximo nivel, y con 28 años y en el mejor momento para un deportista, voy a dejar de hacer lo que más me ha hecho feliz en toda mi vida, jugar a waterpolo, para dar la vida por este proyecto. Sé que pocos o nadie algún día me agradecerán esto pero da igual”. A partir de ahí empezó a ver los toros desde la barrera y comenzar a trabajar en la planificación de la siguiente temporada, en el infierno de Segunda División, la categoría de bronce del waterpolo español.
  “Míster, ¿a qué aspiramos esta temporada? Vamos a intentar hacerlo bien, yendo partido a partido sin pensar en el ascenso”, me afirmaba siempre cauto y con los pies en el suelo. Desde el primer momento quedó demostrado que Rubén Darío Rodríguez Romeo formó y mentalizó a su equipo para el ascenso, fue como un avión desde el pitido inicial de la temporada y cerca de 250 personas del Club Waterpolo Turia llevamos en volandas al entrenador y a los suyos en el partido del ascenso disputado en Premià. La vuelta a la capital del Turia fue una fiesta y la noche se alargó hasta bien entrada la madrugada. Todas las miradas se centraban en él, en el eterno nueve, en el gran artífice del milagro.
  Cuando nos desplazamos a Premià una de las paradas obligadas fue en Puzol para recoger a Rubén, a su mujer Tania y a su hijo Hugo, el míster quería compartir ese día con su plantilla y con sus seres más queridos, enorme, no se le escapaba nada. Al final de dicha temporada dejé el gabinete de prensa de la entidad de la capital del Turia por motivos profesionales pero siempre he estado al día de lo que ha ido pasando en el club.
  Rubén consolidó y llevó el nombre del conjunto valenciano, con mayúsculas, por toda la geografía española. Llegó a jugar la promoción de ascenso a División de Honor contra el Martianez, un gigante contra el que poco pudo hacer pero el mérito fue espectacular. Pese a ello, el Club Waterpolo Turia decidió comprar la campaña pasada una plaza en la máxima categoría por los problemas económicos de otros conjuntos y Rubén aceptó el ilusionante reto, como siempre.
   El equipo tenía que jugar en Castellón porque Valencia no tiene una piscina con dimensiones reglamentarias para la disputa de este deporte aunque parezca mentira y la plantilla hizo lo que pudo porque la diferencia con el resto de equipos de la competición era abismal. Los jugadores, liderados por su entrenador dieron, como siempre, la cara, desde el principio hasta el final.
  El Club Waterpolo Turia resurgió de las cenizas gracias a él, las categorías inferiores del Club Waterpolo Turia han luchado por títulos nacionales gracias a él, lo mismo que la selección valenciana. Asimismo, ya ha sido llamado una vez por el combinado nacional juvenil, una potencia mundial de este deporte, para formar parte de su cuerpo técnico. El Club Waterpolo Turia debería estar siempre en deuda con él y el gorro con su número nueve debería ondear de por vida en lo más alto del pabellón de Nazaret.
   Y a la conclusión del citado curso deportivo, el 2011/2012, Rubén Darío Rodríguez Romeo se llevó una noticia que jamás se esperaba, más que por el momento, por las formas. De la noche a la mañana le comunicaron su cese como máximo responsable deportivo del Club Waterpolo Turia. Un mazazo, un jarro de agua fría no, helada. No tenía prácticamente tiempo para buscarse la vida, para maniobrar y encontrar un equipo donde plasmar sus sabias ideas tácticas Lo último que se merecía era una salida tan injusta y dolorosa como la que tuvo. Pero ya se sabe que el tiempo pone a cada uno en su sitio…
  Y le pusieron sobre la mesa una oferta, del extranjero, de París. Le temblaban hasta las uñas de los pies, le daba hasta miedo hablarlo con su familia, menuda locura! Pero no le tembló el pulso, se sentó con su gran amor, con su esposa Tania y decidieron embarcarse juntos en la nueva aventura. Su pasión por este deporte rebasaba fronteras y derribaba muros pero necesitaba a su familia y a su mujer no le pestañearon ni los ojos. Todos juntos se subieron al avión en busca de un mejor futuro y de lo que se ha convertido en un gran presente.
   Cogió a un equipo modesto, el Noisy Le Sec, ya ha superado el mejor registro goleador de toda su historia y ha mejorado con creces los puntos de la pasada campaña. Ha pasado a ser un equipo que ha luchado por evitar el descenso a luchar codo con codo con los grandes de la máxima categoría gala. Rubén Darío Rodríguez Romeo también está dejando su sello en el país vecino y va camino de escribir su nombre con letras de oro en este deporte que tanto ama.
   Rubén Darío Rodríguez Romeo, un crack de los pies a la cabeza, de los que no se arrugan y al que antes o después, será más antes que después, le llegara su oportunidad en un grande europeo y no la desaprovechará. Cumplirá su sueño aunque su sueño ya lo vive día a día con su gran pasión por este deporte y su familia.
                                                                       Por Miguel Ortíz.
Licenciado en Periodismo y Comunicación por la Escuela Superior de Negocios, ESNE Valencia.
Accesit Premio periodístico como reconocimiento a la labor periodística que más destacó en el ámbito cultural y de la investigación de las actividades comerciales de Valencia. Galardón otorgado por la Conselleria de Industria, Comercio y Energía
Colaborador como cronista deportivo para el periódico Super Deporte
Cronista deportivo para el periódico Levante-EMV
Redactor para el periódico Diario de Valencia
Redactor, locutor y productor de Deportes de Radio Autonomía Valenciana (Ràdio 9)


 

martes, 9 de abril de 2013

No le llamen profesionalidad. Llaménle, Rubi femenino.

 
  De todo lo acontecido este pasado fin de semana en las ligas nacionales, me quedo sin ninguna duda en el máximo exponente de lo que podría llamarse profesionalidad (aunque evidentemente tengo claro que ninguna jugadora percibe ningún céntimo) y honestidad hacía uno mismo y hacía los rivales. Me refiero al comportamiento tan exquisito de un equipo de primera división femenino, llamado Rubi. Ya con el ascenso en su bolsillo a la división de honor hace unas cuantas semanas, con un balance de todo victorias, el equipo catalán era consciente que se iba a encontrar envuelto de manera muy directa en la guerra por la otra plaza de ascenso directo que pugnan con muchísima ilusión, Hospitalet y Manresa.
 
  El Hospitalet que jugaba en su piscina ante Rubi tenía suficiente con un empate para ascender directamente. Y a pocos minutos de acabar el partido el marcador reflejaba un claro 13-10 a su favor. El campeón, lejos de aceptar su primera derrota en liga y aún sin nada en juego, demostró una honestidad y profesionalidad digna de admirar, dándole la vuelta al electrónico para poner un 13-14 final. Sin duda alguna, las jugadoras de Manresa tendrá bien en cuenta que este próximo sábado van a tener que dar lo mejor de si mismas, si quieren derrotar al campeón. 
 
  A partir de ahora tendremos todos los amante de este deporte otro gran ejemplo a que acogernos cuando alguien dude de otro. ¡Felicidades, Rubi!