miércoles, 17 de octubre de 2012

Fran Orizo, "El apasionado".

  Siento devoción por el pueblo aragonés. Durante toda mi vida (y la que espero que aún me falte, jeje) he conocido a mucha gente de allí, y de todas tengo un recuerdo-amistad increíble. Se trata de gente muy abierta que te lo da todo nada más conocerte y sin pedir nada a cambio. Sinceros, honestos y muy buenas personas. Yo, cada vez que he tenido que ir a esas tierras y no han sido pocas las ocasiones, me he sentido a veces incluso mejor que en mi propia casa. Lobo, Lorenzo, Armando, Luis, Pepe, Cañas, Toni, Miguel, por decir unos pocos, me han tratado siempre de una manera cariñosa y familiar.

 Y como no, mi buen amigo, Fran, no podía ser una excepción. Hace algunos días dejé por escrito, aquí en el blog, que iba a hacerle una entrada. Una entrada del todo ganada a pulso. No porque sea mi amigo, que lo es y mucho, si no por lo mucho que ha hecho, hace y hará por este bello deporte, llamado waterpolo.

EWZ...su vida (Lorenzo ... ¿pero qué haces? (Estáte por lo que hay que estar!)

  Fran es un personaje altamente conocido en este mundillo del waterpolo, especialmente cuando nos referimos al femenino. Siempre he dicho que en la vida no hay nadie imprescindible en absolutamente nada, aunque si en mi afirmación tuviese que hacer alguna excepción, la haría sin dudar en el papel de Fran. Lo que ha hecho este pedazo de entrenador con el club de sus amores no tiene precio. Y premio a su gran trabajo han sido las numerosas convocatorias con las selecciones inferiores femeninas.

Me encanta esta foto. Representa a la perfección, la soledad del entrenador. Lástima que haya tan poca gente que valore realmente todas las horas invertidas en beneficio de muchos.

  Fran y yo, solemos estar mucho en contacto a través de las redes sociales. Se podría decir que ambos somos muy parecidos ya que hemos vivido idénticas situaciones en nuestros respectivos clubes. Siempre digo que ojalá todo el territorio español tuviese las mismas condiciones que se tienen en Cataluña. Es más, parecerse a Madrid ya estaría de cine. Lo afirmo con envidia sana ya que es la única forma de crecer en condiciones óptimas. Y claro, a menos que estés fuera de esas dos grandes potencias del waterpolo español, entender los problemas que tenemos (muchos más que ellos, que también los tienen, claro) es tarea imposible.

  Cuando Fran me expone sus preocupaciones o inquietudes, no solo las entiendo perfectamente si no que incluso las asumo como mías, porque es que es así, y al revés, cuando me toca a mi contarle las mías. Y eso que siempre le digo que al menos en Zaragoza hay cultura del buen waterpolo porque en Valencia .....

  Como persona, Fran, es de lo mejor que he conocido nunca y tiene una cualidad, al menos conmigo, y es que siempre está de muy buen humor y las risas con él están aseguradas. Como entrenador, es muy profesional y un currante nato. Consciente de las enormes dificultades que tienen los clubes modestos y pequeños, se deja la vida en cada entrenamiento para sus chicas/os y club. El waterpolo español necesita como el aire que respira a técnicos como él.

  Quizás, el único problema que pueda tener Fran allí, si no lo tiene ya, es que progresar más a nivel de club, es muy complicado. Las ayudas económicas siempre serán escasas o inexistentes y, por lo tanto, a mucho más no se podrá aspirar. Y sin un crecimiento adecuado uno puede caer en la autocomplacencia y en el aburguesamiento, algo que un buen entrenador no puede permitirse nunca. Cierto también que nuestro deporte no da muchas oportunidades para emprender aventuras serias, y que dejar la casa de uno, si además se tiene familia, es difícil. Si se cambia de equipo es más para seguir soñando que para ganar mucho dinero (sólo para elegidos y que para eso también se trabaja, jeje). Además, en lugares como Zaragoza, que aunque con buena cultura waterpolística, hay pocos equipos y aún menos chavales que quieran hacer este deporte, todo es más difícil. ¿Qué hacer? Gran dilema. Fran, que tiene claro que se jubilaría en la Escuela, tiene también sobre sus hombros esa responsabilidad (no tendría que ser así) de no abandonar nunca a sus chicas/os, llamada lealtad.

  Los grandes clubes de nuestro país tienen tras de sí muchos años de historia y de triunfos. Historia que han escrito mucha gente, tantos de jugadores, entrenadores y directivos. Y en mi opinión, es sobre todo a aquellos pioneros a los que habría que darles mayor reconocimiento. Pero otros clubes, como la Escuela, de menor historia, o de una historia anterior pero sin éxitos, le deben mucho a unas pocas personas. Y en ese club, sin el excelente trabajo de Fran, puedo afirmar que no se hubiese conseguido ni una cuarta parte de lo mucho que se ha logrado. Y afortunadamente, su club (enorme trabajo también el de Tano) reconoce tan maravilloso trabajo y lo tiene claro. Fran es un número uno que hay que cuidar como oro en paño. Afortunado él de haberse rodeado de tan extraordinaria gente. Otros, en otros lugares, no tuvieron semejante suerte.

Gran coleccionista de medallas con la española (Con el gran maestro, Claudio, al frente, y ambos muy bien acompañados por otro grande, Chimo).

  Y para acabar, otra cualidad. Fran no sólo forma jugadores, si no también a entrenadores. A ellos, aparte de su gran conocimiento, les transmite su inmensa pasión, que hará que dentro de unos años, estos lo transmitirán también a otros jóvenes entrenadores. Todo siguiendo una cadena vital para el buen desarrollo de nuestro deporte.

  Hacía tiempo que te debía esta entrada, amigo, y aquí la tienes.

  ¡Muchas gracias, Fran! ¡Eres muy grande!

Pd; Ayer no llovió en todo el día, aquí en París. Esto es noticia, señores.